Una experta en medio ambiente alerta del efecto perverso de los nuevos tapones de las botellas

Una experta en medio ambiente alerta del efecto perverso de los nuevos tapones de las botellas

No es la respuesta para erradicar la contaminación.

A water bottle with an open cap stands on a table.dpa/picture alliance via Getty I

Aunque ya lo llevamos viendo un tiempo, será a partir del 3 de julio cuando todos los tapones de botellas o briks de hasta tres litros tendrán que estar unidos al envase, de acuerdo con la nueva normativa europea sobre residuos de envases. El objetivo de esta iniciativa es asegurar que el cierre se recicla con el resto del recipiente y, de esta forma, contaminar menos.

El 10% de los residuos de plástico que se encuentran en las playas europeas son tapones, con lo que este cambio parece ser bueno. Sin embargo, la experta medioambiental Marine Bonavite advierte en el medio TF1 de un efecto adverso: "Esto es contradictorio porque no da la señal adecuada a la gente. El consumo de botellas de plástico está aumentando en Francia y en el mundo. Así no vamos a reducir el número de botellas en el mercado".

Ecodiseño

Dentro de unos días, los recipientes de líquidos para beber con capacidad superior a tres litros deberán tener este tipo de tapón unido para poder salir al mercado. Este tapón se denomina 'cierre adherido'. Es una de las soluciones del llamado ecodiseño, implantado por la UE para reducir la contaminación, aunque la experta considere que no es del todo eficaz.

Tampoco ha sido muy popular entre los ciudadanos debido a su incomodidad. "No lo encuentro práctico", asegura un consumidor en el citado medio. La cómica española Eva Soriano también ha reivindicado este hecho en el plató de Aruser@s. Asegura entender que la iniciativa es para el bien del medioambiente, pero critica que “no está hecho para todas las narices”.

"¿Es mucho pedir darle dos milímetros más al trozo de plástico que los une para que caiga un poco el tapón y no nos dejará la cara que parecemos payasos?", reclama. Lo cierto es que muchos critican estos tapones porque arañan el rostro.

Por otra parte, están aquellos que creen que este inconveniente merece la pena. "Todavía lo tenemos en la nariz, tenemos que encontrar la técnica adecuada. Al final prefiero que sea un poco menos práctico y que haya menos desperdicio cuando voy a la playa", reflexiona un hombre en TF1.