La regla de las 4 horas que deben conocer todos los que beben agua del grifo
Una forma muy útil de quedarte tranquilo si la usas para el consumo diario.
Hay una regla no escrita que abre la puerta a cumplir con unas directrices siempre que alguien quiera usar agua del grifo tras llevar varias horas sin abrirse. Pero tiene una lógica importante en lo relativo al consumo humano.
De hecho, hay una cifra muy concreta. Es conocida como la regla de las 4 horas. Es el tiempo máximo en el que el agua del grifo se puede beber al momento, según recoge el medio alemán Chip.
Todo relacionado con que el agua pueda ser totalmente inocuo para el organismo si está en constante circulación, al menos, durante un período corto de tiempo.
¿En qué consiste la 'regla de las 4 horas' con el agua del grifo?
Si un grifo permanece cuatro horas cerrado o más tiempo, lo ideal es dejar circular el agua durante unos 30 segundos, con el fin de aumentar la seguridad.
Algo que hará que el agua salga mejor y, además, durante todo este tiempo corriendo, saldrá fría. Pero, lo más importante, sirve para quitar cualquier problema que puedan causar las tuberías o residuos que lleguen a soltar.
Pero, ¿no supone un derroche de agua?
Lo primero que te habrá venido a la cabeza es si usar este método para asegurarte de la calidad del agua del grifo no supone un gran cantidad de agua malgastada, cuestión de gravedad aún mayor en la situación de sequía que asola a Europa desde hace varios años.
En esta línea, aquellos que defienden el uso de la 'regla de las 4 horas' subrayan que hay que aprovechar ese agua, no dejar correr el grifo solo. Para ello se puede optar por este sobrante para tareas de limpieza o incluso lavar los platos.