Santa Olalla ha cerrado el verano "en una situación crítica", prácticamente seca y con solo una lámina superficial de humedad residual y barro, según advierten desde la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC).
Aunque en el año 1980 desapareció debido a la construcción de una presa, la zona ha vuelto a ser visible después de las altas temperaturas y la sequía.