Las pistolas eléctricas de la policía de Gran Canaria se quedan sin baterías
El Ayuntamiento compró cinco táser para la Policía Local y dos de ellos permanecen aún guardados.
Hace casi dos años, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria adquirió cinco avanzadas pistolas taser como parte del arsenal de la Policía Local. Dos de ellas se guardaron, mientras que las tres restantes se destinaron al Grupo Operativo de Intervención y Apoyo, Unidad Especial (GOIA-UE), conformado por agentes de élite.
A pesar de la inversión en estas armas no letales, la ciudad ya se encontraba rezagada en comparación con otros municipios en el uso de este tipo de equipamiento. Por ejemplo, Arona (Tenerife), disponía de este armamento desde el año 2001.
Según publica el medio local Atlántico hoy, en la actualidad, una de las tres pistolas táser asignadas al GOIA-UE se encuentra inoperable debido a la falta de batería, y aún no se ha adquirido un repuesto, a pesar de que su precio es inferior a los 200 euros.
Estas pistolas eléctricas funcionan con baterías que ofrecen dos disparos de cartuchos con un alcance de 7,5 metros cada uno. Son recargables de forma rápida y se sustituyen después de cada uso, con una capacidad para aproximadamente 500 usos por batería.
Según el medio citado, parece haber cierta reticencia por parte de la jefatura policial, que prefiere mantener guardadas las dos pistolas táser restantes en lugar de ponerlas a disposición de los agentes.
Cómo funcionan los táser de la Policía Local
El funcionamiento de estas armas es crucial en situaciones de peligro, ya que lanzan dardos con electrodos que se conectan a la pistola a través de cables. Cuando los dardos impactan en el cuerpo de un objetivo, generan una descarga eléctrica que provoca una inmovilización temporal.