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El túnel secreto de Barcelona donde se instaló el primer tren eléctrico de pasajeros construido en España

El túnel secreto de Barcelona donde se instaló el primer tren eléctrico de pasajeros construido en España

Es un tesoro oculto hasta para algunos barceloneses. 

Vista de Barcelona.Getty Images

Barcelona es una de las ciudades más emblemáticas y populares de España, con una historia que se extiende por más de 4.000 años y una superficie que supera los 100 kilómetros cuadrados. Esta metrópolis vibrante y llena de contrastes aguarda numerosos secretos, leyendas y tesoros escondidos en cada una de sus calles y rincones, algunos de ellos incluso poco conocidos por los propios barceloneses.

Por ejemplo, ¿sabías que la ciudad esconde un túnel secreto bajo sus calles? Se trata de la Mina Grott, uno de los mayores vestigios de la ingeniería hidráulica que nació como un túnel de agua, fue resignificado como un tranvía y al poco tiempo cayó en desuso. Este enigmático pasadizo subterráneo conecta el pantano de Vallvidrera con la parte inferior de su barrio, y atraviesa la sierra de Collserola, uno de los parques metropolitanos más grandes del mundo.

Con un origen que se remonta a 1855, la Mina de Grott fue edificada con el objetivo de canalizar las aguas del pantano de Vallvidrera, el cual fue inaugurado nueve años antes con el propósito de abastecer de agua a la villa de Sarrià. Por ello, este túnel se construyó con 1.290 metros de longitud para poder hacer llegar el agua a los vecinos de dicha localidad. No obstante, su uso fue disminuyendo con el tiempo hasta adoptar otra funcionalidad.

Un precedente eléctrico

En 1908 se instaló en este peculiar enclave subterráneo el primer tren eléctrico de pasajeros construido en España. Un proyecto pionero que no solo representó una apuesta decidida por la modernidad, sino que además ofreció una alternativa más eficiente y sostenible en el sector del transporte urbano. Se trataba de un vagón con capacidad para 36 personas que viajaba por el túnel iluminado y se adentraba en Collserola.

A pesar de ser un proyecto que sentó las bases para el posterior desarrollo de sistemas de transporte eléctrico, la vida del tren realmente tuvo una corta duración, hasta 1916. Su cierre se debió a la inquietud que generó su popularidad en el parque de atracciones del Tibidabo. No obstante, llegó a transportar cerca de 40.000 personas, además de obreros y algunos materiales durante la construcción de las vías ferroviarias de la ciudad.

Actualmente el túnel está cerrado al público con una puerta enrejada en mitad del bosque que llama la atención tanto de locales como de visitantes. Contrario a lo que muchos puedan creer, la Mina Grott sigue en funcionamiento, ya que se trata de un espacio destinado en exclusiva a la canalización de aguas y al que solo tienen acceso los operarios que realizan trabajos de mantenimiento y reparación. Aunque pocos conozcan su historia, se consolida como un testimonio del ingenio y la capacidad innovadora de Barcelona.