A vueltas con Vox y los pactos post 28-M
La implicación de los líderes nacionales en campaña será total. Sánchez seguirá haciendo anuncio de calado para mantener la iniciativa política.
Alberto Núñez Feijóo reclamó a sus candidatos a las elecciones del próximo 28 de mayo una mayoría lo más amplia posible. “Debemos intentar conseguir la mayoría absoluta en todas las comunidades y ayuntamientos de España”, les dijo. Pero a menos de un mes de la cita de las urnas, el nerviosismo se extiende por las estructuras ante el panorama tan ajustado que dibujan las encuestas. Y sigue más que latente el debate interno sobre qué hacer con Vox en caso de que haya que sumar para desbancar a la izquierda de las instituciones.
La posición de Génova la adelantó este periódico hace semanas: “La fórmula de Castilla y León es la última opción”. Esto es, la dirección nacional no quiere que sus barones compartan más gobiernos autonómicos con los de Santiago Abascal. Aún más, La Razón publicó el domingo que el PP sopesa incluso romper el único Ejecutivo autonómico que tiene con Vox. Extremo que el entorno de Alfonso Fernández Mañueco nunca ha descartado en caso de colapso, después de concatenar sonadas polémicas y fricciones, aunque siempre ha acabado rebajando la tensión con Juan García-Gallardo, su vicepresidente.
La percepción general en el PP es que el resultado en Castilla y León ha sido un fracaso. Pero, ¿tanto como para sacrificar un Gobierno autonómico? En Génova son conscientes de que, pese a lo dicho en público, la mayoría absoluta es una quimera en la gran mayoría de territorios. “Salvo Madrid, es muy complicado con los números que hoy manejamos”. Aunque eso no quita para que las fuentes consultadas subrayen que hay “otro tipo de acuerdos”, como los parlamentarios. “En Andalucía, pactamos con Vox pero en el Parlamento. También ocurrió lo mismo en la Comunidad de Madrid”, enfatizan.
Mientras, los barones no quieren oír hablar de una ruptura total con Vox. Si bien, también han ido endureciendo sus posturas con respecto a la formación verde. La más contundente fue la extremeña María Guardiola, lo que le valió las críticas encendidas de Abascal. Pero también Carlos Mazón fue más concreto que nunca en una reciente entrevista en El Confidencial: “Mi única línea roja con Vox es un gobierno en solitario del PP”. Una contundente declaración de quien se sabe protagonista de la noche electoral del 28M, toda vez todas las miradas estarán puestas ese domingo en la Comunidad Valenciana.
“Hoy por hoy, todo son hipótesis. Habrá que ver los números que salen de las urnas. La fuerza de unos y de otros. Pero yo sigo siendo de los que creen que nuestro electorado no entendería que perdiéramos un gobierno con tal de no pactar con Vox. Se nos echarían encima las bases. Igual que seguramente el votante de Vox tampoco perdonaría a Abascal que rompiera con el PP por su cerrazón de entrar sí o sí en un gobierno. Habrá que ver la correlación de fuerzas el 28M”, en palabras de un candidato en las elecciones de menos de un mes. “Se nos dijo que allí donde pudiéramos, gobernaríamos. Y entiendo que esto sigue siendo así”, añade otro. La mayoría de barones consultados por El HuffPost aboga por hablar con Vox tras el 28M si es necesario.
Y esto choca con el deseo de Feijóo de llegar a las elecciones generales con las manos libres. “Vox es una derechita cobarde sin propuestas políticas”, afirmó Borja Sémper, su portavoz de campaña, en una reciente comparecencia pública. Aunque siempre hay una de cal y otra de arena. “Abascal y Feijóo se tienen respeto. Y con Vox hablamos más que antes”, según Elías Bendodo, en una entrevista en El Debate de este mismo lunes. Traducido: habrá que esperar al veredicto de las urnas, aunque el deseo de Génova es “una mayoría suficiente” que le evite un pacto con Vox.
En las últimas semanas, ha habido encuestas para todos los gustos. Las que dicen que las ciudades de Sevilla y Valencia caerán al saco azul del PP y las que auguran que la izquierda resiste. E igual pasa con algunas comunidades autónomas como Castilla-La Mancha, las Islas Baleares o la ansiada Comunidad Valenciana. Según el último sondeo de Sigma Dos para Antena3 TV, Mazón (36-38 escaños) podría ser presidente siempre y cuando llegue a un acuerdo con Vox (13-14). La mayoría absoluta en la Cámara autonómica está en los 50 representantes.
Lo que ya nadie niega en los cuarteles generales de los partidos es que son unos comicios decisivos y que tanto Feijóo como Pedro Sánchez se la juegan. Solo puede quedar uno, como ya apuntó este periódico. Ambos líderes seguirán teniendo una implicación total en la campaña con unos mensajes muy definidos. El presidente del Gobierno, enarbolando la bandera de la gestión y haciendo anuncios de calado para mantener la iniciativa política que ha recuperado. El líder de la oposición, hurgando en fractura interna del Ejecutivo y dando por descontado “el fin del sanchismo”. “La animadversión que despierta Sánchez es enorme”, aseguran en Génova.