Varias protestas recorren las calles de Madrid y del resto del mundo para exigir el fin del conflicto en Gaza

Hasta 5.000 personas protestaron este sábado en Madrid, exigiendo al Gobierno español que presione a Israel para poner fin al conflicto en Oriente Medio y al "genocidio" en Gaza, a días del primer aniversario del ataque de Hamás que dejó 1.200 muertos. La movilización, organizada por la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), marchó desde Atocha hasta la Puerta del Sol, pidiendo el fin del comercio de armas con Israel y sanciones contra su gobierno.

Las protestas también se llevaron a cabo en diversas ciudades españolas, siendo consideradas un "toque de atención" al Ejecutivo. En Madrid, los manifestantes, que portaban pancartas y gritaron consignas en contra de Netanyahu y Biden, se encontraron con un momento de tensión cerca del Congreso, lo que llevó a la intervención policial. En la manifestación de la capital estuvieron presentes la portavoz de Podemos, Ione Belarra, y los diputados de Sumar Tesh Sidi y Enrique Santiago. 

También hubo una gran participación en Pamplona, donde se contabilizaron más de 12.000 personas, encabezados por una ikurriña y una bandera de Palestina y coreando lemas como "no es una guerra, es un genocidio", "Europa patriarca, Israel asesina" o "Palestina askatu, boicot a Israel".  

Las marchas no se limitaron a España, contabilizando más de una treintena de ciudades. En Roma, unas 7.000 personas desafiaron la prohibición de la Jefatura de Policía, que alegó motivos de seguridad para impedir la protesta, según contabiliza EFE. En Londres, activistas exigieron un alto al fuego mientras en Sudáfrica miles marcharon hacia el Parlamento. Otras manifestaciones se registraron en Nueva Zelanda, Australia, Tailandia y Filipinas, donde también se levantaron voces a favor de la libertad palestina y en contra de la guerra.

Incidentes en Roma

Al menos 30 policías y tres manifestantes resultaron heridos en la manifestación a favor de Palestina en Roma, que terminó en disturbios. La concentración, que atrajo a unas 7.000 personas a la Plaza Ostiense, fue prohibida por las autoridades, desatando un fuerte despliegue policial.

Después de horas de protestas pacíficas, algunos manifestantes intentaron cruzar las barreras policiales, lo que provocó enfrentamientos. La policía respondió con porrazos y gases lacrimógenos, deteniendo a cinco personas por su conducta violenta.