Nos tomamos (más de) una cerveza con Pablo Iglesias en su bar en "Prohibido hablar de política"

Nos tomamos (más de) una cerveza con Pablo Iglesias en su bar en "Prohibido hablar de política"

El exvicepresidente segundo del Gobierno y exlíder de Podemos es el nuevo protagonista del espacio presentado por David Andújar

Pablo Iglesias sorprendió a todo el mundo hace unas semanas al anunciar que iba a abrir un bar, Taberna Garibaldi, en pleno corazón del barrio madrileño de Lavapiés. Y en El HuffPost, que somos fans declarados del cerveceo, hemos aprovechado esta excusa para acercanos hasta el local y tomarnos una 'rubia' (o varias) con el exlíder de Podemos. 

Durante la charla con David Andújar, Iglesias no duda en ponerse detrás de la barra y contarnos el motivo que le llevó a meterse en el sector de la hostelería. "Esto empezó como una coña con otros amigos porque ya tenía una edad en la que podría comprarme un descapotable o ponerme unas mallas e ir en bicicleta. Pero al final decidí abrir un bar, que es una elección también patética pero más respetable", dice entre risas.

El bar está trufado de guiños soviéticos y comunistas, además de situar en una privilegiada posición la bandera de Palestina. Eso sí: Iglesias no tiene miedo a una inspección sorpresa de Yolanda Díaz porque todo está en regla y "la gente cobra bien". "Dentro del convenio", añade. 

Iglesias nos sirve una "Estrella Damm" y cuenta que le han dicho que es el bar de Madrid que más cerveza vende de esta marca. "Es como si Cataluña conquistara Madrid", asegura. El negocio le va tan bien que no duda en contarnos que también está pensando en adentrarse en nuevos negocios. Ojo a su idea: montar una funeraría para gente de izquierdas. 

"Cuando piensas en tu muerte siempre tienes que decir que no quieres cura, crucifijos... En nuestra funeraría te podrías morir de una manera más laíca, usando símbolos y referencias distintas. Si alguien quiere enterrarse con la bandera republica o LGTBIQ+, no habría problema. La mayoría de funerarias en España hoy en día no te ofrece esos servicios", asegura. 

Aunque parezca una broma, Iglesias habla muy en serio sobre este proyecto: "Todos los colegas dicen que estoy como una cabra, pero si encuentro a alguien que sepa de funerarias lo haremos. Todos querréis moriros en mi funeraria". 

Su primer beso y la borrachera que pilló en un concierto de Ismael Serrano

Durante la conversación, Iglesias tampoco tiene reparos en hablar de su infancia y juventud. "Yo era un niño de Soria, una ciudad muy pequeña. Era un niño bastante feliz, que iba por la calle solo. Después de lo de las niñas de Alcàsser, todo cambió. Lo más democrático que había en mi cole era un póster de Juan Carlos I y Sofía. Yo me sé el padre nuestro y el Ave María porque se obligaba a rezar en mi cole. Pero yo era el único de mi clase junto a otro compañero que dábamos ética y no religión", cuenta. 

El exlíder de Podemos dice que siempre fue un estudiante de "bienes y notables", y que sólo empezó a ser un "empollón" cuando estudió ciencias políticas. Recuerda, además, perfectamente que desde adolescente llevó el pelo largo ("Un año fui al Espárrago Rock y volví con piojos") o su primer beso con una chica ("Dejando las primas aparte, mi primer beso correcto fue jugando al 'verdad o atrevimiento'. Lo recuerdo con cariño. La primera vez que notas una lengua dentro de tu boca es muy especial").

Iglesias nunca fue de ir a discotecas, sino de bares. Y tuvo una relación con el alcohol bastante moderada. Sólo se acuerda de pillarse un 'moco' "en un concierto de Ismael Serrano en un local de las juventudes comunistas de Carabanchel". La anécdota lo tiene todo. 

"Mi experiencia como cargo público ha sido una puta mierda"

Aunque la sección de Andújar se llama "Prohibido hablar de política", las referencias a su pasado como líder de Podemos son una constante durante la conversación. Iglesias admite que "nunca volvería a la primera línea política" porque ha sufrido un duro desgaste y no quiere que sufran sus hijos. "Creo que soy más útil donde estoy ahora. Soy profesor, tengo un medio, un bar... No tengo el gusanillo de volver. Esto no lo aguanta cualquiera", asegura. 

Iglesias dice claramente que su experiencia como cargo público "ha sido una puta mierda" pese a que se declara orgulloso de todo lo conseguido con Podemos. "Yo era súper feliz en la facultad, me pagaban por cagarme en los fachas en las tertulias de televisión. Me metí en una cosa que fue importante para el país, pero que a mí en muchos aspectos me jodió la vida.  Me alegro de haberlo vivido, pero ahora no me metería en algo así", admite sin titubeos. 

Entre sus peores recuerdos quedan el acoso a su casa o las mentiras relacionadas sobre su relación con Irene Montero. "Es duro que se concentren nazis alrededor de tu casa, que publiquen ecografías de tus bebés, que te insulten por la calle... Ahora nos podemos defender, nos podemos encarar y puedes convertir gracias a CanalRed y DiarioRed en objeto de atención informativa a un fascista. A quienes nos haga daño vamos a esforzarnos en hacerles daño también", asegura.

Se enamoró "perdidamente" de Irene Montero

Iglesias, que confiesa que se cortó la coleta hace unos tres años "porque no podía más", también reconoce que se enamoró "perdidamente" cuando conoció a Irene Montero. "Vi que era una chica muy lista y atractiva. Yo soy muy tímido y a veces, por eso, parezco seco y quizá por eso ella cuenta que al principio le caí mal. Pero Irene es muy buena psicóloga y vio con el tiempo en realidad yo era un osito de peluche", dice con sonrisa de enamorado. 

En la misma charla, Iglesias asegura mantener buena relación con dirigentes del PP como Margallo, González Pons o la mismísima Andrea Levy, a quien un día por error le hizo un bizum de 300 euros y ella le respondió: "Si piensas que me vas a sobornar con esta mierda..."

Por último, Iglesias acepta el juego de decir algo positivo de algunos de los rivales políticos que ha tenido en estos últimos años. De Sánchez dice que es "agradable" en las distancias cortas, de Puigdemont que es un tipo inteligente" y de Yolanda Díaz que al principio le parecía "muy buena gente y una tipa valiente". "Ahora tengo una opinión distinta de ella, pero espero que algo de la Yolanda que conocí sigua vivo dentro de ella. Hemos perdido completamente el trato. Desde hace un año ya no hablamos", admite.

Espacio Eco
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En el minuto final de la conversación, Iglesias no duda en pedir el voto para Irene Montero en las elecciones europeas del próximo 9 de junio. "Irene se merece ser eurodiputada. Se han hecho cosas muy chungas contra ella y estas europeas son una oportunidad para que se restituya la justicia. Este 9 de junio toca votar a Irene Montero", sentencia.