Los vetos merman la posibilidad de un nuevo Gobierno en Cataluña
Desde ERC aseguran que no facilitarán la investidura de Illa ni una que necesite un pacto entre Junts y el PSC.
La resaca electoral de las elecciones catalanas deja un escenario de aún mayor incertidumbre respecto al próximo Govern de Cataluña. Pere Aragonès ha disipado las dudas sobre su futuro quitándose la presión de encima. El candidato republicano asume los malos resultados, no cogerá el acta de diputado y abandonará la primera línea política. Ahora, les toca a Salvador Illa y a Carles Puigdemont “entenderse y gestionar la situación”. ERC tiene claro que su papel está en la oposición.
Poco antes de la renuncia del todavía presidente en funciones de Cataluña, Carles Puigdemont comparecía desde Argelers para comunicar su voluntad de presentarse a una investidura. Aunque necesitara para ello la disposición tanto de ERC como del PSC, el líder de Junts no solo cree que “hay opciones”, sino que no hay otra alternativa más allá de la repetición electoral. Estas declaraciones chocan, no obstante, con la advertencia que después haría Aragonès: “ERC no está para facilitar la investidura del PSC ni para participar de operaciones que necesiten del acuerdo de Junts y PSC”.
Tampoco parece posible vislumbrar una hipotética abstención de Salvador Illa para facilitar un Gobierno de Junts. El socialista ya avisó de que “en ningún caso” contemplaba “dar apoyo” a la investidura de Carles Puigdemont. El interés del candidato del PSC pasaría por lograr el apoyo de ERC y los Comunes que le permitiera presidir la Generalitat, ya sea en solitario o con los de Jessica Albiach.
Más allá del discurrir de los diferentes análisis y opiniones, los números no van a cambiar. Desde el cuartel general de ERC aseguran que nada está abierto ni nada está cerrado porque ahora mismo lo que toca es centrarse en la atención a la hemorragia. Fuentes del partido señalan que tienen que reflexionar acerca del resultado para comprender por qué han perdido tanto voto. Lo único que tienen claro es que no estarán en ningún Gobierno. “La ciudadanía nos ha puesto en la oposición y eso vamos a hacer”, afirman fuentes de la formación a El HuffPost.
Sin embargo, existe todavía la duda de cómo compaginará la formación, que ahora inicia un periodo de renovación en su Coordinadora General, el ser un “elemento de desbloqueo” al tiempo que rechazan participar en una investidura del PSC ni en cualquier otra negociación entre los socialistas con Junts.
El PSC se agarra a ERC
Por su parte, aunque Salvador Illa no ha comparecido, sí lo ha hecho la portavoz del PSC, Nuria Parlón, quien ha confirmado que comenzarán una ronda de contactos con todos los grupos, a excepción de Vox y Aliança Catalana, para trabajar en la investidura. Eso sí, ha insistido en su ‘no’ a Puigdemont: “Que le quede claro”, ha zanjado. Los socialistas siguen apelando a ERC, de quien esperan, según ha declarado Parlón, que "al menos no bloqueen que el PSC pueda iniciar esta nueva etapa".
El candidato socialista podría estudiar otras opciones si finalmente no cuenta con la participación de ERC, aunque no resultan muy prometedoras. El PP insiste en que si Illa quiere su voto, el PSOE tendría que romper con los independentistas en el Congreso.
Igual que los números, las fechas tampoco cambian, y la cuenta atrás ya ha comenzado. Las discusiones para lograr una investidura coincidirán con la aprobación de la ley de amnistía y con el inicio de la campaña electoral de cara a las elecciones europeas. Como muy tarde, el nuevo Parlament debería constituirse el 10 de junio. A partir de ahí, el debate de investidura no podría suceder más tarde del 25 de junio, momento en el que comenzaría un plazo de dos meses hasta la convocatoria automática de nuevas elecciones, siempre y cuando no haya presidente.
¿Qué dice la aritmética parlamentaria?
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