La nueva estrategia del PP: apretar al Gobierno mientras se negocia
Feijóo pretende mantener su línea dura contra Sánchez, aunque se presta a hablar sobre el CGPJ o las medidas anticrisis. Ya ha acordado la reforma del artículo 49 de la Constitución
El PP arranca el año 2024 con una doble estrategia frente al Gobierno. El planteamiento que ha esbozado Génova es seguir con una oposición muy dura contra Pedro Sánchez por sus pactos con Puigdemont o Bildu pero, a su vez, mantener el canal de interlocución pactado entre sus líderes.
Una escenificación de esa nueva hoja de ruta pudo verse la pasada semana. Mientras Feijóo utilizaba su última intervención en 2023 para acusar al presidente del Ejecutivo de situarse "fuera del constitucionalismo" y de liderar el Gobierno "más débil, con menos palabra y con menos crédito ético de la historia democrática en nuestro país", el PP presentaba en paralelo de forma conjunta con el PSOE la reforma del artículo 49 de la Constitución y preparaba los detalles para las reuniones sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), donde la Unión Europea actuará de mediador.
Según Génova, los contactos sobre el CGPJ “no deberían demorarse” mucho para lograr un pacto antes de las elecciones europeas, previstas para el 9 de junio. La Comisión Europea tendrá “un papel activo” de “supervisión” durante esas reuniones, pero “nosotros tenemos que hacer un trabajo previo”, admiten las fuentes populares.
Lo que no cambiará es la posición que mantiene Feijóo sobre la necesidad urgente de cambiar el sistema de elección de los miembros del órgano de los jueces, una máxima que desde el PSOE siguen rechazando. El PP sigue viendo por ello muy difícil el acuerdo, pero quiere combatir la imagen que propaga el PSOE de que son ellos quienes mantienen desde hace ya cinco años la parálisis en el Poder Judicial. Por eso, confían en que la UE presione a los socialistas para cambiar la actual ley y se garantice su independencia.
En este nuevo año, Feijóo también quiere recuperar la bandera económica que ha perdido al centrarse en cuestiones como la amnistía o Bildu. Por ello, la pasada semana aprovechó parte de su resumen del año en criticar la actual situación de la economía española. "Es una de las peores de la UE: con más impuestos, más deuda, más déficit, más pobreza, más paro, más listas de espera en la Sanidad y más abandono escolar", resumía. Por ello, Feijóo se abría a un diálogo con el Gobierno si quiere tener su apoyo para el paquete de medidas anticrisis presentado por el Ejecutivo horas antes. Eso sí, ponía como condiciones una bajada de impuestos, especialmente del IRPF, o la inclusión de la carne, el pescado y las conservas dentro de la reducción del IVA hasta el 30 de junio.
Aunque Feijóo no pisó en 2023 la Moncloa, como auguraban las encuestas, el PP se ha visto insuflado de optimismo ante las buenas previsiones electorales que hay para las elecciones gallegas del 18 de febrero y para las europeas de junio. Hasta el CIS les sitúa por delante del PSOE ahora mismo en estimación de voto. “El que entra será el año en el que vuelve Puigdemont sin pasar por la Justicia. Esa fotografía es demoledora par Sánchez y lo pagará en las elecciones europeas. Arrasar en esas elecciones también volverá a situar a Feijóo en la pista de Moncloa”, señala convencido a El HuffPost un líder territorial.
Lo que en Génova ven con recelo son las continuas protestas en Ferraz contra el Gobierno, la última de renombre la pasada Nochevieja. Las imágenes de la muchedumbre atizando una piñata que recordaba a Pedro Sánchez preocupan en el PP, teniendo en cuenta que la tesis que siguen barajando es que Feijóo no llegó al Gobierno por sus pactos con Vox. ”A ver si lo de Ferraz termina ya. Es el marco perfecto para que Sánchez se victimice. No nos pueden vincular con esos ultras”, admite un barón del PP.