"Esperemos que el tiempo sirva de bálsamo"
Enorme tensión política tras el pacto de Sánchez con los independentistas, que le avisan de que sufrirá durante la legislatura.
Pedro Sánchez seguirá en la Moncloa. Al menos por cuatro años más, augura él, aunque sus socios ya le han dejado claro que tendrá que sudar la gota gorda. Ha sido una negociación compleja, con momentos de mucha tensión, pero realmente ninguna de las partes estaba dispuesta a que todo saltara por los aires. Una repetición electoral conllevaba un riesgo enorme. Al fin, el debate de investidura se celebrará los días 15 y 16 en el Congreso de los Diputados. La fecha límite era el 27 de noviembre.
Formalmente, el PSOE ha vendido sus acuerdos con los independentistas como el inicio de una “nueva etapa histórica”. Aunque, en la práctica, lo único positivo para muchos en las filas socialistas es que la legislatura por fin va a comenzar. “Esperemos que el tiempo sirva de bálsamo”, en palabras de un diputado, que rememora lo que pasó con los indultos. “Ahora lo importante es que esto empiece de una vez, el Consejo de Ministros apruebe medidas sociales y positivas para la mayoría y los españoles comprueben los beneficios de tener este gobierno”, corrobora otro dirigente socialista.
En las estructuras territoriales no se desprende satisfacción por lo pactado. Más bien, lo contrario. Las bases del PSOE ratificaron el pacto con el independentismo sin conocer el detalle del mismo con un respaldo del 87%, pero en los últimos días el silencio ha sido espeso en muchas comunidades. “No estamos haciendo ni convocatorias de prensa”, deslizaba un alto cargo socialista esta semana, que añadía: “Lo que queremos es que esto pase cuanto antes para recuperar la normalidad”.
Para muchos dirigentes socialistas, sus siglas han sufrido un duro golpe, las cesiones a Junts y ERC son excesivas y ahora lo que toca es levantarse y remontar el vuelo. No es que estén en contra de Sánchez, es que son conscientes del coste político que ha supuesto la negociación y lo pactado con Carles Puigdemont y el resto de socios. “Si hay que plantar batalla lo haré, pero no vamos a pasar por una relectura de la Constitución”, dijo públicamente Emiliano García Page. De nada sirvió el llamamiento de Felipe González ya en tiempo de descuento: “La amnistía no merece la pena por siete votos. Hay que ir a ganar las elecciones, si se repiten”.
Según las fuentes consultadas, Sánchez tiene asegurada al menos la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado y esto le permite como mínimo dos años de gobierno, toda vez se pueden prorrogar. “El acuerdo no es de investidura, es de legislatura. Hemos hablado de darle estabilidad a la legislatura durante cuatro años”, afirmó Santos Cerdán, el enviado de Sánchez a la capital comunitaria para rubricar el texto, con cara de pocos amigos. Poco después le corregía Puigdemont: la legislatura, dijo, “no avanzará sin cumplimientos”.
Con el discurso de investidura de Sánchez, el PSOE espera que empiece la pedagogía. Esto es, que Moncloa y Ferraz den “argumentos” para apoyar lo pactado después del aluvión de críticas, no solo desde las formaciones de la oposición. Las asociaciones de jueces y fiscales clamaron al unísono: “Atenta contra la separación de poderes”. La CEOE apuntó a una “grave preocupación” empresarial y ha convocado un comité extraordinario. “Aquí han hablado todos menos el Gobierno y eso se tiene que corregir. No podemos tener la cabeza agachada”, según el resumen de un cargo territorial.
A todo ello se suma el ambiente espeso, tenso, que en el PSOE esperan que se relaje tras la sesión de investidura. Las sedes socialistas cierran antes por las protestas diarias a sus puertas y las imágenes de altercados en los alrededores de Ferraz están acaparando titulares en medio mundo. “Apelo a la responsabilidad y a que cualquier movilización sea pacífica”, exclamó Alberto Núñez Feijóo el jueves por la tarde, una vez conocido el pacto entre el PSOE y Junts. Y añadió: “La respuesta a este ataque a las bases de nuestra democracia debe partir de más democracia y debe ser por lo tanto firme, pero serena”.
El PP está convencido de que el enfado y la frustración por lo suscrito por Sánchez es transversal y espera una “fotografía histórica de indignación” este domingo, cuando ha convocado a los españoles en plazas de todas las capitales de provincia. Génova ha dado orden de una movilización “total” a sus estructuras, a las que también ha reclamado estar alerta ante la posible asistencia de individuos radicales. De hecho, varios de los barones consultados por El HuffPost coinciden: “Hay que hacer un llamamiento a la calma. Hay que manifestarse, por supuesto, pero de forma legal y ordenada”.
“Con tal de ganar protagonismo, Vox ha dado oxígeno político a Sánchez apoyando las manifestaciones frente a Ferraz. Nosotros no hemos auspiciado esas protestas”, quieren dejar claro desde Génova. Si bien, las críticas a Santiago Abascal se hacen de forma muy medida toda vez es socio de gabinete en muchas comunidades y ayuntamientos. “Y en cualquier momento te montan una crisis de Gobierno”, como precisa un presidente autonómico.
Todo el PP cree que Sánchez ha atravesado líneas rojas inimaginables con tal de seguir en Moncloa, pero la dureza del discurso es distinta dependiendo de quien toma la palabra. “Nos han colado una dictadura por la puerta de atrás”, avisó Isabel Díaz Ayuso, la más contundente y la primera en pronunciarse. “Lo pactado supone la defunción del PSOE como partido de Estado”, es el análisis de Juanma Moreno. Feijóo se prepara para una legislatura a cara de perro y con los puentes rotos con el PSOE, aunque recalca: “La democracia española prevalecerá”.