Las derechas marchitan el 'Botánic' y el PP vuelve a ganar en Valencia 8 años después
El PP cosecha 13 concejales, cinco más que hace cuatro años y Vox dobla sus representantes, de dos a cuatro.
Veinte años tardaron los valencianos en darle la espalda al Partido Popular, que gobernó la Comunidad Valenciana de manera ininterrumpida desde 1995 hasta 2015. Y ocho años después, los ciudadanos han vuelto a abrirles de par en par las Torres de Serranos a la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo, que todo apunta a que esta vez traerá a un invitado: la ultraderecha de Vox.
La ciudad de Valencia amaneció el domingo electoral gobernada por un Joan Ribó de Compromís que ha luchado en esta campaña con la intención de que sus vecinos se subieran al carro de su ribolución, una idea que no ha calado. Todo apunta a que Valencia romperá la medianoche cambiando su color político. El bastón de mando de la capital levantina recaerá, si no se produce ningún giro de última hora, en las manos de María José Catalá, la candidata popular, cuyo partido ha celebrado la victoria en la red social Twitter.
Catalá se ha erigido como la preferida de los votantes prácticamente desde que ha empezado el recuento para terminar 13 de los 33 concejales que se reparten en el ayuntamiento valenciano. Sus previsibles aliados de Vox doblaron sus resultados: de dos a cuatro. La izquierda, por su parte, se mantuvo: 7 ediles el partido socialista y 9 Acord per Guanyar, la formación de Ribó. La recuperación de las derechas ha estado alimentada, por otra parte, de la desaparición de Ciudadanos, cuyos seis concejales se han esfumado.
Podemos-Esquerda Unida, con casi el 50% escrutado, no ha conseguido entrar aún en las cortes valencianas, y se encuentra muy lejos de la barrera del 5% necesario para poder hacerlo. Apenas sumaba pasadas las 23:00 un 3,61% de los votos escrutados.
Joan Ribó ha aceptado su derrota y lamentado que tanto él como su formación no hayan sido "capaces" de salir "de los debates y de la gran tendencia que han condicionado la campaña", en referencia al cariz nacional que han marcado estos comicios municipales y autonómicos.
Así, ha afirmado que Compromís ha querido "trabajar desde Valencia" planteándose "en cómo estaba Valencia antes y en cómo está ahora", un hecho en el que "no han pensado" otros, ha afirmado el actual alcalde de la ciudad, que ha reivindicado que darán "el testigo" al PP, pero que lo volverán a "coger" en el futuro. "Volveremos a comenzar", ha subrayado Ribó, alcalde desde 2015, que ha sostenido que seguirán trabajando por "cambiar la sociedad" y conseguir una ciudad "más sostenible".
La victoria popular no se ha limitado únicamente a Valencia capital, sus candidaturas también han triunfado en Elche y Castellón, otras de las ciudades más importante del territorio. Por su parte, Catalá ha proclamado su victoria visiblemente emocionada, y ha agradecido a los valencianos la confianza depositada en su figura.
Una joya para adornar un mapa azul
El territorio valenciano era uno de los principales campos de batalla electoral, donde se decidía buena parte del resultado a nivel nacional. Ha sido denominada en los medios como la joya de la corona, y finalmente se la ha engarzado el PP para decorar un mapa en el que ha brillado con fuerza.
Los populares han sacado la escoba de barrer y han sido la fuerza más votada en las tres provincias de la comunitat. Incierto también es el futuro del barón socialista Ximo Puig, que ve cómo tras dos legislaturas cosechando la confianza de los valencianos pierde el Gobierno. Deja de ser la alternativa que abrazaron los ciudadanos para acabar con los ejecutivos de un Partido Popular que adolecía la corrupción y que hoy llega renovado con su candidato: Carlos Mazón.
El dirigente socialista valenciano ha agradecido a los electores, apoderados e interventores del partido socialista que han aportado su esfuerzo: "Han apostado por un movimiento abierto y transversal que ahora desde hoy será alternativa". Al mismo tiempo, Puig ha felicitado al PP por haber "ganado" las elecciones. Además, también ha tenido unas palabras para felicitar a los nuevos alcaldes y alcaldesas que hayan sido elegidos y a quienes no, que no lo han conseguido por cuestiones que no tienen que ver "con la gestión local".
El 28M será un día negro en la historia del PSOE, que ha visto cómo el Partido Popular le ganaba con una distancia de centenares de miles de votos y que le arrebataba, más allá de Valencia, todas las capitales andaluzas, incluida la conocida hasta ahora como "catedral" del socialismo: Sevilla.