El techo de cristal es el PP
"La igualdad entre mujeres y hombres le da alergia a la derecha".
El PP tiene miedo a que haya una presencia equilibrada de mujeres y hombres en los órganos de dirección de empresas e instituciones públicas. Tiene miedo a que en el CGPJ, los sindicatos o en las patronales, las mujeres y los hombres tengamos que compartir por ley los puestos de responsabilidad. En definitiva, el PP tiene miedo a que las mujeres vean reconocida por ley su posición exactamente igual que la del hombre en los puestos más relevantes de nuestra sociedad. Por eso afirmo que el techo de cristal es el PP.
Esta afirmación tiene un porqué. El PP en el Senado ha mutilado con su mayoría absoluta el Proyecto de Ley Orgánica de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres, también conocida como Ley de Paridad. Por ejemplo, el PP ha dado marcha atrás allí donde el proyecto de ley establece la obligatoriedad de un mínimo del 40% en el Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado, el Tribunal de Cuentas, el Consejo Fiscal y el Consejo General del Poder Judicial (a aplicar en los nombramientos una vez aprobada la ley).
El PP también ha borrado de la ley la obligatoriedad de que las listas electorales de los partidos políticos sean ‘listas cremallera’ que alternen las candidaturas de mujeres y hombres, la única manera de garantizar que el 50% de nuestra sociedad esté también representada en un 50% en nuestros parlamentos. Y como estas, son otras muchas las disposiciones y artículos mutilados por la derecha.
Esta ley, aprobada por el Congreso y que nace de una directiva europea, subraya que “un aspecto de especial relevancia a la hora de determinar la calidad de un sistema democrático es, sin duda, el grado de igualdad entre mujeres y hombres que existe en la sociedad”, como señala en su Preámbulo. En este sentido, la Ley de Paridad va a ser un paso muy importante para alcanzar este objetivo, ya que, una vez que esta norma abandone el Senado transformada en otra cosa por parte del PP –y con el voto en contra del Grupo Parlamentario Socialista-, volverá al Congreso donde los y las socialistas la devolveremos a su estado original.
El PP se ha quitado la careta. La igualdad entre mujeres y hombres le da alergia a la derecha, que ha demostrado en el Senado que se opone al mayor avance por la paridad en puestos de decisión de la democracia. Y lo ha hecho justo en unos días en los que el PP ha sufrido las consecuencias de su gran contradicción de querer ser un partido de Estado y, a la vez, pactar gobiernos autonómicos con la ultraderecha.
¿No será que el PP busca desesperadamente un clavo ardiendo al que sujetarse para continuar su carrera hacia delante junto a sus socios de Vox, mientras estos amenazan con romper sus pactos? ¿No será que el PP usa su rechazo a los avances en igualdad entre hombres y mujeres para apaciguar a la bestia ultra?
El PP y Feijóo se equivocan cuando piensan que, asumiendo el discurso ultra, consiguen apaciguar a una ultraderecha crecida y que busca más y más influencia política. Esta estrategia permite crecer a los ultras, mientras que la única manera de frenarlos es la unidad de los demócratas como hemos visto recientemente en Francia.
Con la igualdad entre hombres y mujeres no se juega, y mucho menos si el objetivo es apaciguar a la ultraderecha. Porque si se acepta su discurso y se actúa en consecuencia, se corre el riesgo de transformarse a su vez en ella.
Juan Espadas es el portavoz socialista en el Senado y el secretario General PSOE de Andalucía.