Zygmunt Bauman
Zygmunt Bauman, el sabio que identificó esta época como preocupante "modernidad líquida"
Bauman recordó lo básico de nuestros anhelos, que la misma modernidad ha querido maquillar: todo lo que hacemos no tiene otro fin más que la búsqueda de la felicidad, un deseo contaminado por el propio sistema, por la ilusión, por la felicidad prefabricada y en serie que ofrece esta nueva era.
La era de los jardineros
No es razonable que las empresas que hacen un esfuerzo por aportar mayor valor social y medioambiental no se vean favorecidas. O bien, al contrario, que las empresas más agresivas o depredadoras sean las que obtienen mejores resultados porque no internalizan ningún coste social o medioambiental. Y se trata de costes que al final acabamos pagando todos.
La deseducación de las élites: la avaricia del éxito
Al mercado le preocupa poco la calidad de la educación superior salvo cuando le demuestran que puede producir un significativo crecimiento económico. Pero sigo pensando que la batalla por la verdad es un movimiento permanente, razón por la que es capital formar a nuestros jóvenes para que puedan llegar a disfrutar de la libertad intelectual.
Nacionalismo de consumo
Uno puede ser independentista igual que uno cambia de marido o mujer, se hace ateo o creyente, se muda a otra casa o de empleo. Igual que el capitalismo es particularmente adaptable a las circunstancias, lo son nuestras ideas o nuestra individualidad, siempre reversible.
Salvar a 5 millones de almas o el precio de nuestra libertad
No se trata únicamente de reconocer como derecho fundamental que todos logren un trabajo digno, sino de asumir el reconocimiento de que darles un apoyo social permanente es un deber moral universal y proporcionarnos un significado positivo para hacer uso de nuestras libertades.
El mundo líquido de Zygmunt Bauman, que nos ahoga
El último de sus libros tiene un título que lo dice todo siendo una pregunta: ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? En cuanto sale a escena, no tarda en dar su respuesta, porque comienza haciendo un retrato patético de este mundo.
Formación líquida
Aquí el empresario siempre ha sido del capitalismo líquido, por lo que ni siquiera ha apostado por una educación-formación líquida, como señala el sociólogo Premio Príncipe de Asturias Zygmunt Bauman que ocurre en el mundo desarrollado de nuestros días, sino por una mano de obra líquida y liquidable, fácilmente prescindible.
La crisis de la esperanza: la juventud como el nuevo pobre
¿Qué modelos de sociedad se sustentan en EEUU o en España si el porvenir que les espera a sus respectivas generaciones de jóvenes podría ser todavía mucho peor que el futuro de sus padres? Ahora es cuando las instituciones se alarman, se escandalizan, como si nada se hubiera visto venir.