En torno a datos de investigación mal entendidos o a los casos más graves de entre los más graves sobre adopciones, es fácil construir relatos periodísticos tan llamativos como equivocados e injustos. Los chicos y chicas que esperan ser adoptados serán los más perjudicados por esa visión deformada según la cual ni sus genes ni su historia previa dejan lugar para la esperanza.