Tras la visita de Xi Jinping a los principales medios centrales que "conectan a China con el mundo", la "lealtad al Partido" se ha convertido en el apellido irrenunciable de los medios, esto equivale a decir que el alineamiento con las tesis oficiales se refuerza y los canales o espacios para el ejercicio de la crítica se reducen a la mínima expresión, pasando a considerarse un intento de "dañar la imagen" del Partido.
Edward Bernays logró convencer a varios Gobiernos de Estados Unidos (y lo probó con hechos) que las grandes democracias modernas están regidas por gobiernos invisibles cuyo brazo ejecutor es la propaganda.