Tel Aviv presiona con la ofensiva terrestre en Rafah para que Hamás ceda en el trueque de rehenes y presos. Si hay tregua, avisa que aprovechará para "aumentar aumentar la potencia de fuego" contra el grupo libanés Hizbulá, en Líbano.
El exlíder del brazo armado de Fatah cumple cinco cadenas perpetuas en prisión pero es la figura que quieren los ciudadanos, capaz de hacer coincidir al partido de Abbas y a Hamás. Un héroe nacional al que Netanyahu se niega a poner en la calle.
A las seis de esta mañana acababa la última prórroga del alto el fuego, sin que el mediador, Qatar, haya anunciado una extensión. En el norte de la franja se han visto explosiones, supuestamente por la interceptación de cohetes contra Israel.
El G7 también aboga por ampliar el acuerdo para aumentar la ayuda humanitaria y liberar a rehenes. La presión internacional para no volver a las armas aumenta.
Egipto precisa que entrarán en La Franja 130.000 litros de combustible diarios. A través de Rafá, pasarán 200 camiones con alimentos, medicinas y agua potable.
Este viernes, si no hay nuevos retrasos, se espera que 50 mujeres y niños retenidos por la milicia sean liberados, como 150 encarcelados, sin delitos de sangre. Un pacto logrado con mucha paciencia y contratiempos, el primero en esta guerra.
Las claves de una tregua de cuatro días por la que 50 civiles inocentes van a ser liberados y varios presos palestinos (niños y mujeres) recuperan la libertad.