El líder de Ciudadanos traduce "la guerra entre la globalización y el nacionalismo sólo acaba de empezar" por "la batalla del siglo XXI entre liberalismo y populismo acaba de empezar".
El payaso de los reality show no se ha presidencializado. Ha implantado el cesarismo telemático. Gobierna, sin ninguna consulta previa ni con sus asesores, ni con las cámaras, ni con los servicios de inteligencia cuando se trata de cuestiones sensibles, desde la cama a golpe de tuit.
Los males venideros llegarán como están llegando, bajo disfraces de una mayor seguridad y proteccionismo. Francia puede convertirse en unos meses en un foco de cierta esperanza para Europa o, por el contrario, en el descarnado solar en el que la ultraderecha empiece a jugar, suciamente, ante nosotros.