La precisión de la autoría no es sencilla ni puede hacerse en abstracto: autor es el creador de una obra, sin que esa creación pueda tampoco hacerse equivaler, simplemente, a su ideación. El autor de una obra pictórica no es quien la piensa, sino quien la pinta, independientemente de que, al hacerlo, esté trasladando al lienzo una idea o una realidad que le es ajena.