Me preocupa esta deriva de desvirtuar la realidad y de infravalorar el peso que el machismo y la homofobia tienen aún en nuestra sociedad, vengan éstos del Estado Islámico o del vecino del piso de arriba. Infravalorar la homofobia y el machismo es el primer paso para no terminar con una espiral de odio que tanto mujeres como personas LGTBI llevan demasiado tiempo soportando.