Se trata de garantizar su seguridad energética tras el cierre del grifo por parte de Argelia y en la línea de pasar página tras la crisis de Ghali y Ceuta.
El líder del Polisario se recupera del coronavirus en Argelia, mientras Madrid y Rabat tratan de recomponer lazos, con el problema de los saharauis de fondo.
Nada sería más trágico ahora, para este Nuevo Mariano reconvertido al aznarismo, que el hecho de que Artur Mas se decantara por una solución negociada. De ahí las provocaciones continuas de Rajoy, trazando la raya en el suelo -si te saltas la ley, habrá consecuencia -, como un pandillero bravucón en busca de camorra política.