Sánchez pone rumbo a Marruecos: las claves de su visita a Rabat
La propia fecha, este jueves y durante el Ramadán, da buena muestra del interés de Mohamed VI. El Gobierno espera ver "frutos" de inmediato, como ha expresado Félix Bolaños.
Son los primeros pasos de los nuevos tiempos entre España y Marruecos. Una llamada entre Pedro Sánchez y Mohamed VI terminó de acortar la distancia y, este jueves, el propio Sánchez se desplaza a Rabat para celebrar una cita del máximo nivel ejecutivo. O, lo que es lo mismo, un gesto para “consolidar la nueva etapa” entre países que nace del cambio de postura de Moncloa sobre el Sáhara y que aspira a “dar sus frutos” de inmediato, como reconocía recientemente el ministro de Presidencia, Félix Bolaños.
Sánchez ha querido estar presente para darle más relevancia a un momento histórico, surgido en plena guerra en Ucrania y un año más tarde de la crisis migratoria lanzada por Rabat contra Ceuta a modo de presión tras prestar atención médica al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. Por ello, no irá únicamente el ministro José Manuel Albares como estaba inicialmente previsto para el pasado viernes, sino que será la Presidencia del Gobierno la que haga acto de presencia en el vecino del sur.
“Lanzamos una hoja de ruta que consolida la nueva etapa entre dos países vecinos, socios estratégicos, basada en la transparencia, el respeto mutuo y el cumplimiento de los acuerdos”, anunciaba el pasado jueves Sánchez nada más hablar con Mohamed VI.
En una carta que dio a conocer el reino alauí el pasado 18 de marzo, España expresaba su apoyo a la autonomía del Sáhara Occidental que propone Marruecos, un giro a la política exterior de neutralidad en la zona defendida durante casi medio siglo. El modelo que plantea Marruecos es “la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa”, recogía esa misiva firmada por Pedro Sánchez y por la que tanto él como el titular de Exteriores han tenido que dar numerosas explicaciones, especialmente en el Congreso.
Para el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a partir de esta cita “se van a empezar a ver los frutos de esa nueva relación que queremos establecer”. Sobre la mesa, más allá de la cuestión saharaui, se contempla que ambos líderes traten las conexiones entre las dos naciones, incluidas las relativas a la Operación Paso del Estrecho y las vías marítimas con Tánger, algo que ya anunciaba Albares como parte de su frustrado encuentro con su homólogo marroquí Naser Burita.
De acuerdo con EFE, fuentes del Ejecutivo ya valoran positivamente el impacto de esta nueva etapa con Rabat, con la reducción de la llegada de migrantes irregulares a la frontera. Según datos de Interior, el primer trimestre de este año y por vía terrestre, saltando la valla fronteriza con Marruecos, entraron irregularmente en Ceuta y Melilla 1.118 personas, 778 más que el año pasado. Sin embargo, el grueso de estos movimientos fueron antes de conocerse la carta en apoyo por el Sáhara. Desde el ministerio se reconoce un cambio inmediato: en la primera quincena de marzo Melilla registró un incremento notable de saltos masivos de subsaharianos (857 lograron entrar en España), en los últimos quince días solo lo lo consiguió una persona, como recoge la citada agencia.
El momento importa
Pero ahora, la reunión entre líderes llegará en un momento no solo crítico, sino también simbólico, en pleno Ramadán, el periodo de ayuno obligatorio para los musulmanes desde el alba hasta el ocaso.
No es un gesto menor. Las visitas de líderes internacionales no son habituales durante esta época, que arrancó el domingo 3 de abril y durará un mes. Cuando ocurren, las recepciones oficiales se transforman en invitaciones al ‘iftar’, la comida con la que se rompe ese ayuno ya de noche. Es un paso que Moncloa valora especialmente, por suponer, según Albares, un gesto de amistad por parte de Mohamed VI, ya que esta celebración nocturna es habitualmente un punto de encuentro de familiares y personas cercanas.
La intención inicial de España es que Sánchez participe en otros eventos aprovechando su viaje, además de su cita con el monarca, como expresó Albares el martes. Sin embargo, según cita EFE, no hay confirmación oficial de que finalmente la agenda de Sánchez se extienda más allá del jueves.
La de mañana jueves será la segunda vez que Sánchez y el rey norteafricano se vean de forma oficial, como ya ocurrió el 19 de noviembre de 2018, también en Rabat, en la que supuso la primera visita oficial a Marruecos del presidente del Gobierno.
El Congreso sigue afeando la postura del Gobierno
Mientras ambos conversen, el Congreso de los Diputados votará una proposición no de ley contraria a la posición del Gobierno español. Este miércoles, el propio Sánchez ha tenido que oír las críticas de todos los grupos, salvo del PSOE, por la decisión de apoyar la ‘vía marroquí’ y las peticiones de todos ellos para que rectifique esa postura.
De nuevo, Albares ha insistido en que no hay cambio de rumbo sino “un paso más o una profundización” en la política que ya apoyaba España desde 2007, bajo el Gobierno de Rodríguez Zapatero, cuando Marruecos presentó su propuesta de autonomía para la zona.