“Hay que ser apasionado en todo lo que se hace, pero siempre recordando que la violencia nunca es la respuesta y nunca puede ser justificada”, dice la primera dama.
Sonrisas forzadas, manos esquivas, malas caras... La primera dama de Estados Unidos no puede (o no quiere) disimular su carácter ante las cámaras ni sus gestos de rechazo hacia su marido, Donald Trump. Algunos de estos momentos han sido muy comentados y se han vuelto virales en redes sociales.