Si para abandonar la Casa Blanca Melania se vistió de luto, para llegar a Florida ha hecho todo lo contrario. La exprimera dama se ha cambiado en el avión y ha bajado del Air Force One con un kaftán a todo color de estilo setentero de Gucci.
Trump también se ha bajado de los taconazos que la caracterizan y se ha calzado unas sencillas bailarinas azul marino en punta de Roger Vivier. No ha abandonado las enormes gafas de sol. La exprimera dama ha mostrado una actitud completamente relajada. Melania ya es libre y está de vacaciones.
Y por si alguien dudaba de que Melania había entrado en una nueva fase, aunque parecida a de los últimos cuatro años, basta con ver este vídeo tras pisar tierra.
La exprimera dama ya no disimula y deja plantado a su marido mientras saluda a los periodistas. ¿Un paso más hacia el divorcio del que tanto se habla desde que Donald Trump perdió las elecciones? Muchos ni lo dudan.
En cualquier caso, la imagen ha despertado la atención por dos motivos: el ya comentado del desplante de Melania a su marido y, también, el precioso vestido estampado de Gucci. El diseño dista del estilo por el que apostó Trump mientras fue primera dama y tiene un punto psicodélico y vintage.
El vestido, de estampado hexagonal y con la G del logo de la firma bien presente, está fabricado en seda, lino y lana. La prenda cuesta 3.700 dólares —unos 3.000 euros— y está disponible en algunas boutiques de la firma, por ahora, ninguna en España.