Michael Malley, pediatra de MSF, relata el tratamiento a una niña con malaria y meningitis en una zona en disputa entre Sudán y Sudán del sur, un viaje de angustia y felicidad, del coma a la sonrisa.
La malaria todavía arrebata la vida de un niño africano cada minuto. A nivel mundial, unos 3.200 millones de personas --casi la mitad de la población del planeta-- están en riesgo de contraer malaria. Sigue habiendo millones de personas sin acceso a los servicios necesarios para prevenir y tratar esta enfermedad.
La realidad sobre la malaria es que las mujeres son particularmente vulnerables a la infección con el parásito durante el embarazo, porque sus defensas disminuyen. Durante ese periodo, la infección pone en riesgo la vida de la madre y del bebé. Se estima que cada año se producen 10.000 muertes de madres, y entre 75.000 y 200.000 de niños menores de un año en el África Subsahariana.
La desnutrición y la malaria volverán a golpear a la población de Níger en 2013: esta combinación letal tendrá gravísimas consecuencias en el grupo más vulnerable, los niños menores de 5 años, a menos que se tomen medidas preventivas inmediatas para atajarlas, sin esperar a que la crisis estalle.
Las inversiones de Estados Unidos en salud mundial hacen que estemos más seguros y promueven nuestros valores. Todas las naciones deben invertir en salud. Es una de las formas más claras de construir ese mundo más seguro y justo que todos queremos.