La edición digital (los libros y contenidos electrónicos) no son una consecuencia ni una evolución de la edición tradicional, pertenecen a una nueva realidad. Es difícil sentir la propiedad de algo que puede replicarse miles de veces a voluntad del usuario.
Agosto ha venido y, con él, la oportunidad de disfrutar una de las mejores ventajas de Libros kindle. Te tumbas en la hamaca, te haces un hueco en las rocas, mar o montaña, lo enciendes y sus páginas se leen como si estuvieras a la sombra de tu salón.
No podemos sorprendernos que los lectores prefieran las ediciones piratas que permiten compartir el archivo y convertirlo en distintos formatos para garantizar su lectura en el futuro.
La economía europea estaría creciendo si tuviéramos un mercado único digital. Nuestra falta de imaginación está frenando las posibilidades de internet. La piratería es una consecuencia de la imposibilidad de comprar de manera legal.
Algunos editores hemos contratado un servicio de rastreo y anulación de archivos alojados en los servidores tipo upload de todo el mundo. En el último año ha encontrado más de 10.000 archivos.
Según la aplicación que elijamos tendremos una visualización u otra del libro. Lo realmente preocupante es que esto no se limita a tres tipos, sino que se multiplica exponencialmente con el número de dispositivos y aplicaciones existentes.
En Estados Unidos el 30% de la facturación de los libros ya corresponde a los libros electrónicos. No es así en España, donde las ventas en papel han descendido y los ebooks solo son el 1% del mercado.