Cada vez hay más delitos de odio motivados por la orientación sexual, pese a que algunos intenten minimizarlo tras la falsa agresión al joven de Malasaña.
La Policía halló que el joven había quedado esa tarde para practicar sexo masoquista. El chico se derrumbó y acabó confesando que sólo quería "tapar" ese hecho.
Los delitos de odio contra el colectivo se han disparado en los últimos meses. "Que una no lo sea no implica que no sigamos en peligro", confiesa un miembro.