"Si algo tienen los actos heroicos es que son excepcionales. No debemos normalizar que la regularización se vea como un premio, cuando tendría que ser un derecho".
El entorno del chico sostiene que le gritaron "maricón" antes de darle una paliza mortal. La Policía lo investiga y ya hay convocadas varias manifestaciones.
La vida sigue siendo dura para muchos, por el miedo a sufrir el rechazo, el odio y la discriminación, por el simple hecho de ejercer su libertad sexual.
Cuentan en primera persona sus experiencias Eduardo Rubiño, Arnau Ramírez, Noemí de la Calle, Jaime de los Santos, Mar García Puig, Aitzole Araneta, Antonio Maíllo y José Veira.
Hacen falta más árbitros disidentes y menos obispos castradores, pero también más lesbianas con autoridad y más personas trans ocupando el espacio público, como en general más sujetos capaces de desafiar las reglas que nos encorsetan y que puedan convertirse en referentes para unas jóvenes generaciones esclavas del amor romántico y de la dictadura de los deseos viriles.