La reacción del perdedor será fundamental para la democracia después del resultado electoral más ajustado en el gigante sudamericano tras el fin de la dictadura.
Cerca de 20 horas después de concluir el escrutinio el presidente saliente sigue sin pronunciarse ni reconocer la derrota. Mientras, Lula Da Silva ya prepara su camino al palacio presidencial y espera poder iniciar el proceso de transición en un plazo de 48 horas.
Los partidarios del Partido de los Trabajadores han festejado el que será el tercer mandato de Da Silva en la calle, en una jornada marcada por el silencio de Bolsonaro y la decepción entre sus simpatizantes.
Según ha confirmado 'El País', el actual presidente pasa la mañana en la residencia de los presidentes en Brasilia sin salir a reconocer los resultados de las elecciones mientras se suceden las felicitaciones internacionales y las llamadas a la paz y a la democracia.
El candidato que apoya el Premio Nobel de Literatura pierde los comicios presidenciales ante un Lula da Silva que vuelve por tercera vez a gobernar el país.
El ganador de las elecciones en Brasil asegura que “es la hora de reunir las familias y rehacer los lazos de amistad rotos por la propagación criminal del odio”.