Este jueves la Asamblea de Madrid ha estado cargada de reproches. El líder del PSOE en Madrid, Juan Lobato, ha criticado que la mandataria de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no se comporte como una presidenta y ha hecho una comparación que ha provocado los murmullos de la bancada popular.
Durante su alegato, Lobato le ha preguntado de manera irónica a Ayuso lo que cree que opinan fuera de España sobre ella: ”¿Qué imagina que pensarán los inversores extranjeros, embajadores, CEOs y presidentes de grandes empresas cuando la escuchan?”.
Se trata de un modo de criticar, en general, las declaraciones de Ayuso, que en los últimos meses han suscitado multitud de polémicas, sobre todo en el ámbito de la sanidad madrileña y el futuro de los jóvenes.
A continuación, el líder socialista ha dado a entender que las actitudes de la presidenta perjudican la “reputación” de la comunidad: ”¿Sabe el daño que hace?”.
Lobato ha seguido diciendo que la región necesita en el poder “una persona que entienda lo que significa ser presidenta” de una comunidad como Madrid “y que actúe como tal”, dando a entender que ella no es la candidata idónea para esto.
Este ha sido el momento en el que el socialista ha asemejado a Ayuso con “una hija del Bolsonaro que preside una comunidad de Facebook”. Se trata de un modo de criticar la actitud ultraderechista que, según Lobato, sigue la presidenta, insinuando que es parecida a la del político brasileño Jair Bolsonaro.
Muchos expertos definen las posiciones políticas de Bolsonaro, muy polémicas en España, de “extrema derecha”. Dicho símil llega precisamente tras la segunda vuelta de elecciones en Brasil el pasado 30 de octubre, donde Bolsonaro no fue capaz de admitir su derrota contra el izquierdista Lula da Silva.
Aunque la bancada de la izquierda no ha dudado en aplaudir las palabras de Lobato, también se han escuchado murmullos de fondo por parte de los partidos de la derecha a modo de protesta por el comentario del socialista.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva besa a su esposa Janja tras su triunfo en la segunda vuelta de las elecciones, en Sao Paulo (Brasil).