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En Francia, las mujeres son libres

En Francia, las mujeres son libres

En Francia pensamos que una mujer que quiere bañarse no tiene por qué quedarse en la sombra. Y que las mujeres no deben ser objeto de la mínima dominación. Pensamos que hay una clara dominación masculina desde el momento en que se considera que el cuerpo de la mujer debe ser apartado del espacio público. El burkini no es un traje de baño anodino. Es una provocación.
¿Debemos acostumbrarnos a vivir bajo la amenaza terrorista?

¿Debemos acostumbrarnos a vivir bajo la amenaza terrorista?

España debería ser una voz autorizada en la lucha europea contra el terrorismo. Acumulamos una dolorosa experiencia que nos hace conscientes del valor de la ley y de unos servicios de seguridad e inteligencia bien coordinados. Éste debería ser un motivo más, yo diría que uno de los prioritarios, para que quienes tienen la posibilidad y responsabilidad de formar gobierno lo hagan ya, prescindiendo de intereses cortoplacistas.
Bruselas y el Euro-Islam

Bruselas y el Euro-Islam

No contribuiremos en absoluto a solucionar el problema del terrorismo yihadista en Europa si lo consideramos una enfermedad exógena. Es un terrorismo nacional, europeo, nacido de las mismas fuentes de radicalización social que son tan populares entre esos jóvenes que citaba antes, los que no reciben en Europa una aculturación europea y, como alternativa, conciben un retorcido sentido del Islam incompatible con su tiempo y lugar.
'My Enemy, My Brother': un Oscar para los refugiados

'My Enemy, My Brother': un Oscar para los refugiados

El nihilismo se vence con valores. Y el nihilismo terrorista se vence con valores democráticos: la libertad, la solidaridad, la igualdad. Y es la defensa irreductible (y conjunta) de estos valores universales que nos unen como especie humana la que nos permite enfrentarnos al horror, y no dar un paso atrás en la garantía de respeto universal a los derechos humanos que nos hemos dado.
Sí a la guerra... pero con música

Sí a la guerra... pero con música

Para los musulmanes más fanáticos, que son los salafistas, la música es haram, el término para designar lo prohibido. La teoría es que los cánticos distraen a los creyentes y les impiden concentrarse en la adoración de Alá, por lo que invitan a la desobediencia y deben ser evitados. La prohibición no está en el Corán; el problema es la Sunna.