Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a un presunto miembro del Estado Islámico (EI) por facilitar el retorno a Europa de combatientes en Siria.
La operación se ha desarrollado en el barrio madrileño de Vallecas, donde residía este individuo de nacionalidad siria y 43 años, domicilio que ha sido registrado. El detenido se encuentra en prisión provisional sin fianza desde el jueves, como dictaminó el juzgado de instrucción número 1 de la Audiencia Nacional.
La principal línea de investigación es que este ciudadano ejerciera de “mediador”, haciendo llegar dinero a los colaboradores radicalizados del también conocido como Daesh; cantidades que provenían de donaciones a la causa islamista.
Siempre según los investigadores, el detenido Se valía de canales clandestinos para operar con esos fondos y hacerlos llegar a territorio de conflicto, de acuerdo con la última instrucción del Estado Islámico, que ha instado a sus miembros a que retornen a sus lugares de origen.
“El operativo, que coincide con la pérdida total del control territorial del EI en Siria, supone la neutralización de una amenaza para la seguridad, puesto que evita la vuelta a nuestro territorio de elementos radicalizados y con experiencia de combate que hubieran podido materializar tanto acciones armadas como de captación de nuevos miembros”, según la Policía.
El método de la “Hawala”
Los envíos de dinero se efectuaban a través de distintos canales de transacciones monetarias, pero principalmente por medio de la tradicional “hawala”, un mecanismo de transferencia informal al margen del sistema financiero ordinario en el que se emplea mediadores y un código que reconoce a los intervinientes en la transacción.
La investigación ha constatado la existencia de una estructura establecida en Siria, formada por responsables económicos y combatientes, que trabajaban en estrecha colaboración. Algunos de los terroristas estaban “en disposición de retornar a Europa de forma inminente”, según la Policía.
La investigación también ha evidenciado que los combatientes extranjeros contactaban a través de redes sociales con adeptos al doctrinario de DAESH de diversas nacionalidades y les pedían que subvencionaran su periplo de vuelta.
Una vez establecida dicha relación, era en esas conversaciones virtuales donde les facilitaban el contacto de componentes del aparato financiero central de DAESH en suelo sirio. Los responsables de la “oficina de envíos” de la organización manejaban una red de contactos de confianza en Occidente.
Los liberados de manos del ISIS
Hareth Najem, un huérfano de origen iraquí, descansa en un camión cerca de Baghouz.
Dorothee Maquere, esposa del yihadista francés Jean-Michel Clain, sentada con sus cuatro hijos en una zona de chequeo, tras la salida de Baghouz.
Mujeres y niñas que han escapado del Estado Islámico, en un camión, en un lugar de la provincia de Deir Ezzor.
Un niño cuida de su hermano tras escapar de Baghouz.
Una mujer completamente cubierta espera con su hijo a recibir ayuda tras salir de Baghouz.
Un miembro de las milicias kurdas atiende a una mujer y a su bebé, recién escapados de Baghouz.
Un hombre y una mujer heridos esperan a ser atendidos, sobre un camión destartalado.
Un hombre herido, sospechoso de pertenecer al ISIS, trasladado tras ser interceptado a la salida de Baghouz.
Una miliciana kurda atiende a una de las civiles rescatadas de la ciudad siria, junto a su bebé.
Camiones cargados con civiles que escapan del Daesh, ya en zona controlada por los kurdos.
La espera en las afueras de Baghouz, mientras se reencuentran las familias y se detiene a los milicianos del ISIS.
Un hombre que podría formar parte del ISIS conversa, en francés, con los reporteros de AFP.
Un sospechoso de pertenecer al ISIS aguarda en un camión a que le pasen revista las Fuerzas de Siria Democrática.
Las milicias kurdas reparten a las personas escapadas de Baghouz, para ver quiénes son civiles y quiénes milicianos del Estado Islámico.
Un hombre herido, supuesto miembro del ISIS, trasladado en la zona de atención levantada por los kurdos.
Un supuesto miliciano del EI, herido levemente, tras su salida del último bastión yihadista.
Otro herido, supuesto miembro del ISIS, atendido en los alrededores de Baghouz.
Un supuesto miliciano del ISIS, escapado de la cercada ciudad de Baghouz, desorientado en la zona de atención instalada por las tropas kurdas.
Un miliciano kurdo se lava las manos en las inmediaciones de Baghouz.
Una familia se reencuentra con un niño que estaba aún en manos del ISIS.
Unos familiares besan a una joven superviviente yazidí, tras la liberación de parte de su zona de manos del ISIS.
Un chico vuelve con su familia, tras estar secuestrado en Baghouz por las milicias del ISIS.
Una familia yazidí recupera a un niño, que ha estado en los últimos años bajo el control del Daesh.
Un niño yazidí regresa con su familia en Duhok, Irak, un reencuentro tras años en manos del ISIS.
Supervivientes yazidíes posan en Duhok, tras reunir a todos los miembros que quedan vivos de la misma familia.
Felices, unidos y sin burka, yazidíes libres del ISIS en Irak.
Una familia yazidí cuida de un menor, rescatado de manos del ISIS, en su nueva casa temporal de Duhok, Irak.
Una familia yazidí cuida de un menor, rescatado de manos del ISIS, en su nueva casa temporal de Duhok, Irak.
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Una mujer completamente tapada, como impone el Estado Islámico, carga con un niño herido, tras escapar de Baghouz.