Se ha estimado que 22.000 personas murieron durante el cerco y captura de la ciudad. Los civiles se quedaron sin agua, fuel o electricidad a los pocos días del asedio, cuando las temperaturas cayeron por debajo de los 10 grados bajo cero.
El país africano supera los 8,5 millones de desplazados y refugiados, avanzan la desnutrición y las enfermedades por falta de sanidad y la ayuda no llega. Se calcula que ya van 15.200 personas muertas.
La guerra lanzada por Israel contra la franja palestina tras los atentados de Hamás del 7 de octubre agota los calificativos. Más de 33.000 muertos después, ya parecen "demasiados" para Occidente y se pide a Tel Aviv que frene. Netanyahu dice no.
La ONU sostiene que "se trata del mayor número de personas que se enfrentan al hambre catastrófica jamás registrado" por su sistema "en cualquier lugar y en cualquier momento". Netanyahu y Biden hablan sobre Rafah y no aclaran nada.
El grupo se cita para crear un fondo común y definir la logística del corredor humanitario entre Chipre y la franja que ya se está poniendo en marcha por mar.
El barco de la ONG española Open Arms, cargado con 200 toneladas de ayuda humanitaria, espera (y se desespera con) el visto bueno para partir hacia la franja.
Al menos seis menores han fallecido por deshidratación y desnutrición en el norte de la franja, donde no llega la ayuda. El Europarlamento, por primera vez, reclama un alto el fuego "inmediato" y sin condiciones.
Los bombardeos de Tel Aviv de la pasada noche dejan en la franja 50 muertos, mientras por tierra sus soldados avanzan en el norte y cerca de la capital.
Putin se niega a renovar el pacto, después de que ayer partiera el último barco. De que salgan esas cargas dependen, sobre todo, los países menos desarrollados.