Una técnica en nutrición explica por qué tienes hambre a todas horas y el truco para superarlo

Una técnica en nutrición explica por qué tienes hambre a todas horas y el truco para superarlo

Factores como una dieta desequilibrada o la falta de sueño influyen en las ganas de comer

Imagen de archivo de unos comensales disfrutando de unas tapas.Solskin via Getty Images

Si tienes hambre muy a menudo, y casi siempre entre comidas, no le tienes que darle muchas vueltas a lo que te pasa. Lo más probable es que el motivo sea la dieta que llevas, que está desequilibrada. Y hay varias razones por las que esto puede suceder y “también trucos sencillos para superar esta sensación de hambre constante”, nos tranquiliza la técnica en Nutrición y Dietética, Ana Luzón.

“Las comidas ricas en azúcares y carbohidratos refinados pueden provocar picos y caídas rápidas en tus niveles de glucosa en sangre, lo que desencadena la sensación de hambre poco tiempo después de comer”, explica Luzón. “Para evitar esto, intenta incorporar más proteínas y grasas saludables en tus comidas, que te ayudarán a sentirte lleno por más tiempo”, recomienda esta experta. Como pista que nos puede ayudar apunta que “los alimentos como nueces, aguacates, y pescado son excelentes opciones para mantener la saciedad”.

Otra causa frecuente de la sensación de hambre es la deshidratación, advierte también la nutricionista. “A menudo, nuestro cuerpo puede confundir la sed con el hambre, así que antes de buscar un bocadillo, intenta beber un vaso grande de agua”, señala. Es decir, que mantenerte bien hidratado no sólo ayuda a regular el apetito, sino que también es crucial para el buen funcionamiento de tu organismo en general.

Existen otros aspectos a contemplar en estos casos, como el estrés y la falta de sueño. Ana Luzón nos cuenta el motivo: “Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo produce más cortisol, una hormona que puede aumentar el apetito. De igual manera, la falta de sueño afecta las hormonas que regulan el hambre, aumentando los niveles de grelina (la hormona del hambre) y disminuyendo los niveles de leptina (la hormona de la saciedad)”.

En cuanto a las recomendaciones, esta experta es partidaria de que se intenten practicar técnicas de relajación, como la meditación, y recalca que hay que asegurarte de dormir al menos siete u ocho horas cada noche, porque eso también nos puede ayudar a controlar mejor el hambre.

Otra clave, prosigue Luzón, es prestar atención a la calidad de tus comidas, no solo a la cantidad. “Alimentos ricos en fibra, como las frutas, verduras, y granos enteros, pueden ayudar a prolongar la sensación de saciedad debido a que se digieren más lentamente. Además, comer conscientemente, es decir, disfrutar y saborear cada bocado sin distracciones, puede ayudarte a sentirte más satisfecho con menos comida”. Así que el factor psicológico que aporta el comer a gusto también cuenta.

Y, por último, no debemos subestimar el poder de los horarios regulares de comida, afirma esta técnica en dietética. El motivo es que comer a intervalos regulares puede ayudar a mantener tus niveles de azúcar en sangre estables y prevenir los ataques de hambre. Así que “intenta no saltarte comidas, especialmente el desayuno, ya que esto puede llevar a una mayor ingesta de alimentos más tarde en el día”, nos recomienda. Se trata de sencillos cambios en tu rutina diaria, “que te ayudarán a mantener a raya la sensación de hambre constante y mejorar tu bienestar general”, concluye esta experta.