Hamás se va de Egipto y espera una respuesta israelí para la tregua
Sudáfrica pide nuevas medidas de emergencia a la CIJ contra Israel por la "hambruna" en Gaza.
El grupo islamista Hamás abandonó este miércoles noche El Cairo tras una nueva jornada de intensas negociaciones con Qatar, Egipto y Estados Unidos como mediadores para alcanzar una tregua en Gaza y ahora espera la respuesta de la parte israelí, informaron a EFE fuentes palestinas conocedoras de las conversaciones.
Las negociaciones han llegado a un "peligroso punto de inflexión que amenaza la posibilidad de su éxito y de alcanzar un acuerdo final", indicaron las fuentes, que pidieron el anonimato por la sensibilidad del asunto.
Según estas fuentes, el movimiento palestino tiene la "certeza" de que Israel "no dará respuestas claras a las principales cuestiones" que solicita: un alto el fuego permanente, la retirada integral de sus tropas de la Franja de Gaza y el regreso de los desplazados a sus hogares.
"Sobre esta base, Hamás no ha presentado ninguna nueva iniciativa en relación con el número de prisioneros, que es el tema más importante para Israel", dijeron las fuentes, antes de añadir que "los mediadores intentaron asegurar a Hamás que sus demandas son aceptables para la parte israelí".
No obstante, siempre según las fuentes dado que Hamás e Israel no se han pronunciado oficialmente, "Hamás quiere que esto quede estipulado en el acuerdo y no sean solo garantías verbales".
Según los informantes, Hamás consideró que la retirada de las tropas israelíes de la Franja de Gaza es "poco clara y ambigua" porque Israel ofrece retirarse al este del enclave sin especificar los lugares, mientras que el grupo islamista exige que sea a través de zonas concretas y claras.
Respecto al tema del alto el fuego, la fuente destacó que Israel no brindó ninguna garantía sobre esta exigencia de Hamás y de todas las facciones de la resistencia.
"En la primera fase, Hamás exige una suspensión completa de las operaciones militares, siempre que en la segunda fase se incluya la discusión de un alto el fuego definitivo", añadieron.
A pesar de que, de acuerdo a fuentes palestinas y egipcias conocedoras de las conversaciones en El Cairo, las partes habían llegado a un acuerdo en los "puntos básicos" de la tregua, aún siguen existiendo escollos.
Los mediadores -Qatar, Egipto y Estados Unidos- están intentando buscar una solución intermedia para acercar los puntos de vista y poner punto y final a la crisis, si bien, de momento, las conversaciones parecen estar bloqueadas, sostienen las fuentes palestinas.
Según un comunicado de Hamás de ayer por la mañana, Israel "continúa evadiendo las obligaciones de este acuerdo, especialmente las referidas a un alto el fuego permanente, el regreso de los desplazados (del norte de la Franja) y la retirada" de las tropas militares del enclave palestino.
Se espera que semanas de negociaciones, además de la presión creciente de EEUU y del resto de la comunidad internacional, desemboque en un alto al fuego antes del inicio del mes sagrado del Ramadán, que según el calendario lunar comenzará el próximo 10 u 11 de marzo.
Pero no parece haber ningún avance sólido tras cuatro días de negociaciones en El Cairo, pese a la "flexibilidad" que Hamás aseguró hoy haber demostrado.
En estos encuentros en El Cairo no participó Israel, después de que Hamás dijera que no podía proveerle, según argumentó por problemas logísticos causados por la guerra, una lista de nombres de los rehenes que siguen aún con vida.
Según varias filtraciones, algunos de los 134 cautivos están en manos de otros grupos o milicias incomunicadas en el enclave, y de ellos más de una treintena ya estarían muertos, de lo que Hamás culpa a bombardeos israelíes.
"Hambruna generalizada"
Por su parte, Sudáfrica solicitó ayer a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que imponga nuevas medidas de emergencia a Israel por, lo que describió, como una "hambruna generalizada" resultante de su ofensiva en Gaza. Es la segunda vez que Pretoria solicita medidas adicionales a la más alta jurisdicción de la ONU, con sede en La Haya. Su primera solicitud de febrero fue rechazada.
Sudáfrica dijo que estaba “obligada a regresar a la Corte a la luz de los nuevos hechos y cambios en la situación en Gaza, particularmente la situación de hambruna generalizada”.
Añadió que su solicitud podría ser “la última oportunidad que tendrá este Tribunal para salvar al pueblo palestino en Gaza que ya está muriendo de hambre y que ahora está ‘a un paso’ de la hambruna”, citando a la oficina de la ONU para la coordinación de asuntos humanitarios.
La ONU estima que 2,2 de los 2,4 millones de habitantes de Gaza están al borde de la hambruna, especialmente en el norte, donde las fuerzas israelíes bloquean la entrada de ayuda. En los últimos días, multitudes desesperadas han saqueado camiones de ayuda humanitaria, en hechos que se han saldado con caos y decenas de muertos.
En un fallo de mediados de enero, la CIJ ordenó a Israel que impida cualquier acto de genocidio en Gaza y permita la entrada de ayuda humanitaria al territorio palestino, escenario desde el 7 de octubre de una arrolladora ofensiva militar contra Hamás.
Se trataba de “medidas provisionales”, es decir medidas de emergencia que Israel debía tomar mientras el tribunal evaluaba la cuestión más amplia de si estaba cometiendo genocidio en Gaza, lo que podría llevar años.
En cambio, a mediados de febrero, el tribunal rechazó otra solicitud de Sudáfrica, que buscaba presionar legalmente a Israel para no lanzar una ofensiva terrestre contra Rafah, en el sur de Gaza.
Durante las audiencias, Israel sostuvo que estaba actuando en defensa propia y que estaba haciendo todo lo que estaba en su poder para aliviar la difícil situación de los civiles en Gaza.