El presidente de EEUU endurece el lenguaje tras las matanzas de Bucha y Kramatorsk y se refiere al mandatario ruso como "un dictador" del que no debería depender el alza del combustible.
No todo vale: hasta los conflictos tienen unas reglas del juego y hay que cumplirlas. La básica es que los civiles no se tocan, pero ya van al menos 847 muertos y 1.400 heridos.
La aparición de 250 cuerpos de niños muertos en un internado donde trataban de ser "asimilados" deja al aire la falta de justicia y reparación con los pueblos originarios.
Cómplice no, pero sí tiene "un papel, una historia" en lo ocurrido, confiesa el presidente galo, en un gesto poco común entre los mandatarios occidentales.
Brahim Gali se niega a declarar hasta que lo consulte con su entorno y con la embajada argelina, después de que el juez reabriese la causa en plena crisis de Ceuta.
Sus efectivos violaron a las mujeres y asesinaron a niños, hombres y ancianos, a quienes llevaron a un pozo en construcción para lanzarlos al fondo tras golpearlos.
723.000 musulmanes siguen refugiados, tras las razzias de Birmania contra su pueblo. La ONU insiste en que la vuelta no es segura y el genocidio se mantiene.
"Murió en paz, tranquilo, y todos con la convicción de que en este país nunca hubo genocidio y fue inocente de lo que se le acusa", ha dicho su abogado.