La "sintonía histórica de la derecha y la extrema derecha" llevó a la imputación de la exvicepresidenta valenciana, a su posterior dimisión, a la pérdida del Gobierno valenciano y, dos años después, al archivo de la causa abierta contra ella.
El presidente francés, enfrascado en una gran impopularidad, quiere desenmascarar a la extrema derecha, favorita en los sondeos para las elecciones europeas de junio.
La que fuera rival del presidente electo de Argentina en las elecciones, acordó el nombramiento en los pactos que decantaron el balotaje hacia la ultraderecha.
Esta vez no ha habido cordón sanitario posible, porque el candidato ultra ha logrado más de un 52 % de los votos en las elecciones locales de Sonnerberg.
Finanzas, Interior, Justicia, Comercio Exterior y Sanidad, entre otras materias, estarán en manos de Verdaderos Finlandeses. Un cambio radical desde el Ejecutivo de coalición que comandaba la socialdemócrata Sanna Marin.
El número de miembros de la extrema derecha subió el año pasado a 38.800, un 14,5 % más que en 2021, como los delitos y actos violentos de la ultraderecha, que llegan a los 23.493, o sea, un 3,8 % más.
La burbuja profiláctica para aislar a los radicales y alejarlos de las instituciones y de la toma de decisiones se ha debilitado en los últimos años en el continente, pero Francia, Alemania y Bélgica siguen siendo bandera del bloqueo.
AfD logra un punto más que en el último estudio y alcanza un máximo histórico de apoyo, al nivel de los socialdemócratas. Se recupera la CDU, tras el adiós de Merkel.
Hace 30 años que un guardia civil neonazi mató a Lucrecia, considerada la primera víctima mortal del racismo en España: “Obviamente uno disparó, pero hubo muchos más culpables”.