La ultraderecha ya era el primer problema de seguridad alemán, pero es que además sube imparable
El número de miembros de la extrema derecha subió el año pasado a 38.800, un 14,5 % más que en 2021, como los delitos y actos violentos de la ultraderecha, que llegan a los 23.493, o sea, un 3,8 % más.
Los servicios secretos de Interior de Alemania registraron un aumento de la extrema derecha, tanto en lo que respecta a su militancia como a actos violentos desde este espectro, considerado el "principal peligro" sobre el orden democrático puesto que su propósito es derogarlo.
El número de delitos y actos violentos de la ultraderecha subió un 3,8 % en 2022 hasta alcanzar los 23.493, informó la ministra del Interior, Nancy Faeser, al presentar el informe anual del departamento de Protección de la Constitución (BfV), los servicios secretos de su Ministerio.
El extremismo derechista "es un peligro para el orden democrático y eso le diferencia del resto de grupos extremistas", enfatizó el presidente del BfV, Thomas Haldenwag, quien añadió que eso "no implica relativizar" la violencia de la izquierda, sino "calibrar con precisión" el potencial de ambos radicalismos.
El número de miembros de la extrema derecha subió el año pasado a 38.800, un 14,5 % más que en 2021, entre los que se incluyen a 10.200 militantes de Alternativa para Alemania (AfD), única formación de este espectro con escaños en el Bundestag (Parlamento federal) con un total de 28.500 afiliados.
Especialmente preocupantes son los seguidores de la denominada "ala" -"Flügel", en alemán-, una corriente interna extremadamente radicalizada de la AfD, aunque sin estructura determinada, cuyo cabecilla es el líder en el "Land" (estado federado) de Turingia, Björn Höcke. El BfV estima que entre un 30 y un 40 % del total de militantes de la AfD a escala nacional, y no solo en ese estado federado, "abraza" la línea marcada por Höcke.
"La línea divisoria entre la ideología y la disposición a la violencia se ha diluido", afirmó Haldenwag, para recalcar que la militancia más radicalizada es, a la vez, "cada vez más joven y más agresiva".
A escala de seguridad nacional, el potencial de estos grupos "no es afortunadamente comparable al del yihadismo u otras formas de terrorismo internacional", apuntó por su parte la ministra de Interior.
Sin embargo, "siguen representando el máximo peligro para el orden democrático, puesto que su propósito es derogarlo", añadió Faeser, en línea con lo expresado por Handelwag.
El total de delitos y criminalidad con trasfondo político registrados en 2022 -es decir, incluidos el yihadismo, la extrema izquierda o las acciones de hackeos y ciberataques- fue de 58.916, de los cuales los mencionados 23.493 correspondieron a la ultraderecha -en 2021 fueron 21.964-.
Dentro de este grupo, es especialmente destacable el incremento de los correspondientes a los llamados "Reichsbürger" -o "Ciudadanos del Reich", que no reconocen el orden constitucional ni las autoridades de la República Federal de Alemania (RFA)-, con un total de 1.856 delitos en 2022, frente a los 1.330 de 2021.
Los atribuidos a la izquierda radical fueron 6.976, lo que supone un descenso respecto al año anterior, con 10.113.
El cómputo de delitos del islamismo se mantuvo estable -372 en 2021 y 361 al año siguiente.