Allá por el 2002, en EEUU, escuché que la esquizofrenia era "como el cajón desastre de la Psiquiatría, todo lo que no puede clasificarse cae dentro de ese cajón". A día de hoy, los avances neurocientíficos en el estudio de esta enfermedad y de sus síntomas iniciales nos permiten tener una mayor seguridad a la hora de realizar el diagnóstico.