Los expertos opinan sobre las demoledoras conclusiones del 'macroestudio' sobre cannabis y esquizofrenia
"Adolescentes en urgencias con síntomas psicóticos por cannabis los vemos todos los días”.
De todos los perfiles de consumidores de cannabis del mundo, un chico adolescente menor de edad, de entre 14 y 18 años cuenta con un 40% más de probabilidades de desarrollar una psicosis inducida por esta droga.
Además, si la psicosis es tan grave que le hace acabar en urgencias, se multiplicaría por 163 la posibilidad del chico de acabar desarrollando en un plazo de sólo tres años uno de los trastornos mentales más graves que existen: una esquizofrenia.
Esto es lo que dice un reciente estudio científico que se ha hecho viral en X gracias a la labor divulgativa del psiquiatra Nicholas Fabiano (@NTFabiano), miembro del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Ottawa, quien ha expuesto las principales conclusiones de este estudio, publicado en JAMA Psychiatry (@JAMAPsych).
En concreto, se trata de un estudio especialmente relevante por ser la investigación sobre el tema que cuenta con la mayor muestra poblacional hasta el momento, 9,8 millones de personas, y que, además, realiza uno de los seguimientos más longitudinales en el tiempo: 3 años.
“Se trata de un estudio muy sólido. Es como si pudiésemos estudiar a toda la gente de Madrid, que son incluso menos de nueve millones, y analizásemos la información de todos los accesos a Psiquiatría de todos los hospitales públicos y privados e hiciésemos un seguimiento durante tres años”, ha planteado el jefe de psiquiatría juvenil del Gregorio Marañón, Celso Arango.
“Lo que indica este estudio es que, si el consumo de cannabis induce a una psicosis suficiente como para llevar a la persona a urgencias, incrementa una burrada, 163 veces, las posibilidades de desarrollar una esquizofrenia. Y esto es muy difícil verlo en medicina, las cosas normalmente se multiplican por dos, por cuatro, por ocho o por 10, pero por 163 es muy raro”, ha explicado el jefe de Psiquiatría.
Arango también ha mencionado que este no es el único estudio que se acerca a estas conclusiones, y ha apuntado que, en una reciente investigación del Gregorio Marañón, lo que también han podido ver es que sin cannabis habría entre un 9 y un 10% menos de casos de esquizofrenia.
“O sea que en España, que hay alrededor de 400.000 personas con esquizofrenia, si no existiese el cannabis tendríamos 40.000 personas enfermas menos, que no está mal. Es decir, no seríamos capaces de evitar la mayor parte de trastornos de esquizofrenia, pero sí un 9-10%, lo cual es sustancial”, ha declarado.
En este sentido, Arango ha explicado que no todos los factores de riesgo para la esquizofrenia son modificables, ya que muchos tienen que ver con causas genéticas y ahí “no se puede hacer nada”, pero que hay otros como, por ejemplo, el consumo de cannabis, o también el acoso escolar, el maltrato infantil o el abuso sexual en la infancia, que sí que son modificables.
Por su parte, el psicólogo especializado en drogas Ibai Otxoa también ha destacado que la investigación divulgada por Fabiano es “un estudio muy interesante por la enorme muestra que maneja y porque evidencia de forma muy clara una relación entre los brotes psicóticos inducidos por cannabis y la esquizofrenia”.
“En general, hace años que sabemos que el consumo de cannabis está relacionado con la esquizofrenia, pero se nos escapa cuál es esa relación. La teoría más fácil y la que más se repite en el día a día sería que, de alguna forma que aún no sabemos con exactitud, el consumo de cannabis aumenta las posibilidades de desarrollarla, pero hay algunos otros datos que ponen algunos inconvenientes a esta teoría”, ha continuado el experto.
En este sentido, ha señalado algunos de estos datos, como que aunque en buena parte del mundo, España incluida, la cantidad de gente que consume marihuana y, sobre todo, la potencia de ésta (medida en la concentración de THC), ha aumentado en las últimas décadas, la tasa de esquizofrenia no ha cambiado significativamente.
Finalmente, Otxoa ha comentado que también existen otras teorías que sugieren la relación inversa entre cannabis y esquizofrenia, es decir, que las personas que desarrollarán este trastorno empiezan a notar algunos síntomas a nivel subclínico años antes de recibir el diagnóstico y tratan de aliviarlos fumando cannabis, lo que explicaría que fumen cannabis con mayor frecuencia que la población general.
Una opinión con la que ha coincidido el psicofarmacólogo y creador de Drogopedia (@drogopedia) Antón Gómez Escolar, quien ha recalcado que “este es un debate muy antiguo y muy complicado de resolver, ya que en ciencia, si tú demuestras correlación, como hace este estudio, no estás demostrando necesariamente causalidad”.
“Es decir, el hecho de que haya muchas personas que fumen cannabis y tengan psicosis, no necesariamente significa que el cannabis produzca psicosis. Es difícil explicar realmente de dónde viene eso, si es realmente una psicosis puramente desarrollada por el cannabis o no”, ha puntualizado.
Algo con lo que difiere el neuropediatra y director del Instituto Andaluz de Neurología Pediátrica, Manuel Antonio Fernández, quien ha aseverado al respecto que “los datos están muy claros, y más claros aún desde la experiencia clínica”.
“Vamos, es que los datos están ahí y además lo sabemos todos. Todos los que trabajamos en el mundo de la neurología, la psiquiatría o los centros de atención a drogodependientes esto lo sabemos. Por ciencia y por experiencia”, ha añadido.
“Vamos a ver, que yo beba alcohol y que vaya borracho, ¿tiene una relación de causalidad con que tenga un accidente? Hombre, nos podemos poner a discutir todo lo que quieras, pero los datos dicen que si consumo alcohol, el índice de accidentes es mucho más alto. ¿Queremos negar eso? Podemos negar todo lo que queramos, pero la realidad está ahí”, ha asegurado.
Además, Fernández ha comentado que él se está encontrando en consulta de manera frecuente a adolescentes que con 15 años ya tienen psicosis inducida por cannabis: “Yo les estoy dando consulta a niños con alucinaciones visuales, auditivas y cuadros paranoicos de persecución”.
Una experiencia clínica que también comparte el psiquiatra juvenil Arango, quien tras ser preguntado sobre si hay algún caso clínico concreto que le haya causado especial impresión ha contestado que no puede mencionar uno en concreto porque esto es “el día a día”.
“Es que son tan frecuentes... Adolescentes que vienen a urgencias con síntomas psicóticos inducidos por cannabis en Madrid los vemos todos los días”, ha asegurado el jefe de psiquiatría juvenil del Gregorio Marañón.
Asimismo, Fernández ha matizado que, en muchas ocasiones, sus pacientes adolescentes con cuadros psicóticos de estas características, quienes suelen acudir a consulta acompañados por sus padres, ya han empezado a sufrir estos síntomas a los pocos meses de empezar a consumir.
El neurólogo ha explicado que “cada vez se está viendo que el tiempo y la cantidad de consumo necesario para que aparezcan estos efectos es menor” y que “hay muchos datos y muchos estudios que muestran que la consecuencia es aparición de conductas psicóticas, alucinaciones visuales, auditivas o conductas paranoicas”.
A su vez, ha puntualizado que “no es imprescindible tener una cierta predisposición genética para tener estos síntomas, ya que se ha demostrado que el daño cerebral es universal. Otra cosa es qué nivel de consumo y qué tiempo necesita cada persona para acabar desarrollando este tipo de secuelas”.
“Mira, te hablo de datos. Según estos datos del propio estudio, si la teoría fuese que el cannabis sólo detona la enfermedad, ¿qué tenemos que suponer? ¿Que el 50% de los chicos que consumen cannabis tenían una predisposición genética a desarrollar esquizofrenia?”, ha evidenciado.
Por último, ha insistido en que, aunque el consumo de cannabis a nivel cerebral "mientras que haya un proceso de neurodesarrollo en evolución siempre es peligroso”, hacerlo antes de los 18-21 años es una situación de muy alto riesgo, ya que los adolescentes son mucho más vulnerables tanto a nivel conductual -por factores como la presión social o la dificultad de autocontrol- como a nivel neurológico.
Una premisa en la que también ha coincidido el psicofarmacólogo Gómez: “Lo que yo resaltaría de este estudio es que pone sobre la mesa la importancia que tiene el tema de la edad cuando hablamos de consumo de cannabis. Nos dice que la edad sí que es un factor muy importante y muestra con datos lo especialmente peligroso que es su consumo en edades tempranas”.
Sin embargo, ha sido el experto más crítico con el estudio, señalando que “tampoco ha descubierto nada nuevo, simplemente pone el énfasis en lo que ya veníamos viendo: que una persona que tenga una primera manifestación psicótica a raíz de consumir cannabis tiene una gran probabilidad de quedarse con un trastorno psicótico en muy poco tiempo; y eso, la verdad, que asusta bastante”, ha manifestado.
Además ha destacado que, según el estudio, “parece que no hay una gran asociación entre fumar cannabis y tener de pronto un brote si eres mayor, un riesgo que sí que hay cuando consumes siendo pequeño”.
También ha subrayado que es importante tener en cuenta que esta investigación, como sucede en la mayoría de los estudios poblacionales, cuenta con algunos factores de confusión.
Por ejemplo, el experto ha mencionado que este estudio se fija en la primera diagnosis de esquizofrenia, y señala que es algo “lógico” que el mayor porcentaje de diagnosis de la enfermedad sea en la gente joven, porque la gente mayor ya la tiene diagnosticada.
Otro matiz a tener en cuenta, según su opinión, es que tampoco se puede saber con este estudio qué han hecho esos pacientes que tuvieron un episodio psicótico entre el momento en el que acudieron a urgencias y cuando fueron diagnosticados de esquizofrenia en un futuro.
“A mí me parece relevante saber si en ese tiempo han estado abstinentes o si han seguido consumiendo, que es lo que me temo yo”, ha puntualizado el creador de Drogopedia.
Además, ha querido acarar que “hay gente que psicológicamente no está hecha para el cannabis, a la que no le sienta bien esta sustancia” y que eso tampoco quiere decir que todo el mundo al que le siente mal vaya a desarrollar una psicosis.
“Hay gente que simplemente tiene un nivel de ansiedad muy alto y el cannabis no le sienta bien porque le hace sentirse más ansioso, y esto no quiere decir que vaya a acabar teniendo un brote, pero desde luego sano no es”, ha esclarecido el experto.
“Asimismo, hay muchas personas que no deberían consumir cannabis y creo que eso además se manifiesta muchas veces desde las primeras tomas, lo que pasa es que la gente insiste”, ha proseguido el experto en drogas.
En este sentido, el psicofarmacólogo ha señalado que socialmente a veces se ‘normaliza’ que el cannabis ‘siente mal’. “Pero no, hay cosas que no son nada normales. O sea, un episodio psicótico es algo muy grave, es algo muy serio, no es estar un poco preocupado por a ver si se va a enterar mi madre de que he fumado”, ha indicado.
“En un episodio psicótico la persona normalmente empieza a perder el contacto con la realidad, pasan miedo, sufren desorganización conceptual, se montan unas películas impresionantes... Y eso para mí sería un motivo más que suficiente para no volver a acercarme a esa sustancia nunca más”, ha aseverado Gómez.