diversidad funcional
Arroz y flores
El objetivo de la lucha de muchas familias con hijos con alguna discapacidad que ahora mismo ya son adultos, ha sido sacarlos a la luz, devolverles su dignidad. A medida que esos padres han ido envejeciendo, su preocupación se ha centrado en garantizar sus cuidados básicos cuando ellos falten. Los que acabamos de llegar al mundo de la diversidad agradecemos enormemente esta lucha, pero ahora debemos avanzar en la inclusión social plena de nuestro hijos.
Deshumanización y cosificación de las personas con discapacidad
Cada vez que alguien, ante dificultades que le salen al paso a Antón, me dice algo parecido a "pues como todos los niños, ¿no?", me enfado mucho. No es así, ni por el volumen, ni por su peso, ni por las herramientas que él pueda tener para hacerles frente, en comparación a otros niños que han nacido con su vermis cerebelosa intacta.
Ya no nos está permitido siquiera el duelo
Me gustaría conocer los detalles de las vidas de los gurús de estas filosofías que predican el optimismo. O bien son personas enormemente afortunadas que no han vivido más que ligeros tropezones, o unos absolutos embusteros que no creen nada de lo que predican. Malditos seáis por intentar hacernos sentir culpables por nuestro dolor.
Huelgas contra niños: cuando el 'bullying' lo ejercen los otros padres
Estos casos de claro acoso organizado no sólo perjudican a los niños contra quienes se dirigen y a quienes destrozan sus vidas y las de sus familias, sino que también nos perjudican a todos como sociedad. Destruyen los principios y valores que contribuyen a construir una sociedad justa y solidaria. La única que pueda garantizar un mínimo de felicidad para todos. Porque seguramente la vida acabe poniéndonos a TODOS en situaciones donde necesitemos del resto.
Las locas de aquí y ahora
Cuando aquí y ahora, las madres de niños con diversidad funcional denunciamos que los derechos de nuestros hijos son ignorados y que a menudo no reciben la consideración, no ya sólo de ciudadanos de pleno derecho, sino siquiera de seres humanos, también se nos tacha de exageradas, hipersensibles, paranoicas, suspicaces, radicales, al igual que ocurrió con las sufragistas que pedían el derecho al voto para las mujeres.
La diversidad funcional como elemento transformador de la sociedad
Sin perder nunca la perspectiva de que me gustaría que mi hijo no tuviera las limitaciones que tiene, lo cierto es que su situación ha enriquecido enormemente mi vida, la de mi familia y la de todos cuantos estamos a su alrededor. Somos afortunados de tener a nuestro lado a alguien que todos y cada uno de los días de su vida tiene que hacer un esfuerzo mayor al nuestro. Que nos enseña a valorar absolutamente todo y a discriminar lo importante de lo insignificante.
Celebrando la vida
Cuando mi hijo tenía 5 meses, una neuróloga vaticinó que jamás andaría ni hablaría por el raro síndrome que le acababan de diagnosticar. Lo peor de su pronóstico-profecía fue que, en ningún caso, llegaría a los cinco años. Antón está a punto de cumplir 11 maravillosos años. Anda, con su peculiar estilo C-3PO. Habla, con un dominio del lenguaje y un ingenio superior al de la mayoría.
No estamos solas
Para lo que sirven los encuentros, es para darnos apoyo emocional, estrechar y afianzar esos vínculos que a veces se inician en la esfera virtual y llenar el tanque de nuestra autoestima y nuestra convicción de que la lucha por los derechos de nuestros niños es justa, es importante, es necesaria y, sobre todo, ser conscientes de que NO ESTAMOS SOLAS.
Buscando un impermeable
Un dolor provocado, principalmente, no por las limitaciones en las capacidades de Antón sino por sus dificultades para ser aceptado como un igual. El dolor por su dolor. El dolor por su frustración. El dolor por su tristeza. Dolor que se acaba transformando en rencor. Contra todo y contra todos.
Deberes vs. actividades extraescolares
Nuestros hijos están sobrecargados porque el sistema se ha empeñado en que cinco horas lectivas diarias no son suficientes y deben llegar a casa y hacer más de lo mismo durante dos, tres, cuatro o las horas extras que el sistema (a través de algunos docentes, que no todos) estime necesarias. Resulta absolutamente demencial.
Palabras que pueden doler
El problema para mi hijo son los mensajes continuos que recibe de que la diferencia que tiene respecto a los demás es algo negativo, y que le convierte en alguien inferior al resto. No hay personalidad ni autoestima en el mundo que pueda resistir tales embistes y durante tanto tiempo.
El poder de las palabras
Las palabras son enormemente poderosas. No sólo designan objetos o conceptos, también dan forma al pensamiento y este condiciona nuestras actitudes. Para cambiar actitudes inadecuadas, perjudiciales, incorrectas e injustas, es necesario empezar por cambiar la forma en que hablamos.
Inclusión escolar: todos ganamos
Todos los beneficios de la diversidad en el aula solo serán posibles cuando la inclusión escolar sea real en la práctica, y no tan sólo una bonita teoría como ocurre ahora mismo. Desgraciadamente, y en la mayoría de los casos que conozco, está muy lejos de ser una realidad. Se ha reducido a la mera matriculación de ese alumno en un centro ordinario donde, simplemente, se limita a compartir un espacio físico con otros niños pero sin formar parte activa de su mundo.