Cuatro de cada diez mujeres cuida siempre o de forma habitual de las personas mayores y dependientes -frente al 24 % de los hombres-, especialmente las que tienen entre 55 y 64 años.
La pobreza, soledad y, sobre todo, la falta de acceso a la sanidad pública y a los cuidados están provocando que mayores japoneses prefieran vivir en prisión.