Las flores de las hortensias duran desde la primavera hasta finales de otoño y pueden encontrarse en diferentes colores: azul, blanco o rosa. Uno de los factores que, como curiosidad, afectan al color es el pH del suelo. Por ejemplo, en el caso ser más ácido, lo más probable es que salga azul, mientras que si está plantada en un suelo poco alcalino saldrá rosa.

Uno de los cuidados fundamentales para su vida es el riego, en especial en primavera y verano, donde el agua debe ser más abundante. Además, la poda también destaca como otra de las claves en su cuidado, pues estimula el crecimiento de nuevos tallos y ayuda a mantener la forma. Un truco para mantener las hortensias con vida durante un largo periodo de tiempo es realizar una poda de floración en el mes febrero, lo que ayudará a que la planta aguante durante más tiempo. 

Sin embargo, existen algunas recomendaciones a la hora de realizar esta práctica, como elegir las herramientas adecuadas, darles una buena alimentación o añadir la cantidad correcta de agua. Para llevar a cabo la poda debe hacerse cuidado, quitando cualquier rama seca o vieja y cualquier elemento que pueda perjudicar a nuestra planta o impedir una nutrición adecuada.