comité federal
El PSOE se quema a lo bonzo
133 votos en contra, 107 a favor y Pedro Sánchez dimitió. Antes, ardió Ferraz porque el PSOE decidió quemarse a lo bonzo a ojos de media España mientras la otra media bostezaba. Doce horas de desgarro, fractura, tensión... Y, al final, para votar lo que no se quería: la fecha de unas primarias y un congreso extraordinario propuestos por una Ejecutiva que se consideraba disuelta.
72 horas para desmontar el PSOE
Qué inmensa tristeza produce contemplar los cuchillos envenenados sobrevolando Ferraz. Quizás era inevitable que esta batalla saliera a la superficie. Quizás era hasta bueno que dejara de dirimirse en los pasillos, los grupos de Whatsapp y reservados, a golpe de murmullos e indirectas. Lo que no era previsible y no puede ser bueno es la virulencia con la que ha estallado, la aceleración que está tomando en las últimas 72 horas y la amenaza cierta que supone de dejar al partido hecho unos zorros durante mucho tiempo. De momento, invalida al PSOE para ofrecer a los ciudadanos una solución al impasse político en el que llevamos instalados desde el 20 de diciembre de 2015.
Sánchez incendia el PSOE
La guerra ha estallado ya con toda su crudeza y quienes, hasta ahora, han callado en público -unos por responsabilidad y otros por táctica-, hoy braman ya contra Sánchez. Los "aparatos" de unos y otros han empezado a hacer cálculos para comprobar si cuentan con los 130 votos necesarios para en un caso, echar abajo la convocatoria inminente del congreso, y en el otro para celebrarlo. El líder del PSOE se ha hartado de que se cuestionen sus decisiones, y los secretarios generales territoriales de que él no asuma responsabilidades.
Sánchez se suma a la fórmula Iceta
El secretario general se sumaba de un lado a la fórmula Miquel Iceta, máximo defensor de que el PSOE negocie con los independentistas después de que Rajoy fracase en su investidura, y de otro a quienes, en privado, se muestran partidarios de las terceras elecciones.
Sánchez sigue los pasos de Corbyn
Las sospechas de que el secretario general del PSOE está predispuesto no a encabezar un gobierno alternativo pero sí a unas terceras elecciones, han hecho saltar todas las alarmas en las baronías y han consolidado la fractura hasta ahora disimulada del socialismo.
El PSOE consolida su fractura
Diez meses han transcurrido desde el último congreso del PSOE y nada es igual porque, como dijo Heráclito, "nadie se baña en el río dos veces, ya que todo cambia en el río y en el que se baña". Bien lo sabe el PSOE (el río) y mucho más, Pedro Sánchez (el bañista). Todo ha cambiado. Ni Zapatero pediría hoy avales, como pidió, para Sánchez; ni Susana Díaz pondría la federación andaluza a su servicio.