Sánchez se suma a la fórmula Iceta
El secretario general se sumaba de un lado a la fórmula Miquel Iceta, máximo defensor de que el PSOE negocie con los independentistas después de que Rajoy fracase en su investidura, y de otro a quienes, en privado, se muestran partidarios de las terceras elecciones.
¿Y después qué? Cuando el viernes por la tarde, el Congreso rechace la candidatura de Mariano Rajoy a la presidencia del Gobierno, ¿qué hará Sánchez, además de perder, la épica del resistente?. ¿Negociará con Podemos y los independentistas un gobierno alternativo a la derecha? ¿Esperará que el calendario corra hasta llegar a unas terceras elecciones? La pregunta sigue oficialmente sin respuesta.
Pedro Sánchez se niega a despejar la incógnita y, de momento, también a convocar al Comité Federal del PSOE para discutir sobre el asunto, a pesar de que son varios los socialistas que ya lo han pedido de una forma u otra. Lo hicieron primero Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, José María Maravall, Joaquín Almunia, Fernández Vara y Ximo Puig. Y este mismo lunes de inicio de curso, también Soraya Rodríguez, Cipriá Ciscar, Odón Elorza, Nacho Sánchez Amor y Antonio Trevín en una reunión del Grupo Parlamentario a la que el secretario general, por cierto, ni se dignó a asistir. Su ausencia fue calificada de "descorazonadora" por algunos diputados. No era para menos, con la que está cayendo en España y en el PSOE.
Por la mañana, Sánchez había estado, antes de reunirse con Mariano Rajoy en el Congreso, en la calle Ferraz con la dirección federal. Y las señales que allí emitió fueron tan confusas que unos salieron convencidos de que quiere terceras elecciones y otros, de que intentará un gobierno alternativo. A saber. De su intervención, se puede interpretar una cosa y la otra porque del mismo modo que llamó al PSOE a quitarse "el miedo" a hablar con los independentistas, consideró que el "no" a Rajoy será un activo que rentabilizará el partido.
El secretario general se sumaba de un lado a la fórmula Miquel Iceta, máximo defensor de que el PSOE negocie con los independentistas después de que Rajoy fracase en su investidura, y de otro a quienes, en privado, se muestran partidarios de las terceras elecciones.
"El próximo viernes, la ciudadanía será consciente de que el rechazo a Rajoy ha sido gracias al PSOE y eso será un activo para nosotros", afirmó Sánchez ante la Ejecutiva en consonancia con quienes en su equipo defienden que la debilidad de Podemos y su difícil cohabitación con las Mareas favorecería a los socialistas en una nueva convocatoria electoral.
El discurso de fondo trataba de convencer a la dirección federal de que con el "no" al PP, el electorado verá al PSOE como la única opción fiable de la izquierda. Esa fue la percepción entre algunos de los miembros de la Ejecutiva, que asistieron impasibles a la soltura con la que el vasco Patxi López introdujo en el debate la posibilidad cierta de unas terceras elecciones y animara a los presentes a desdramatizar (él dijo "desdemonizar") que los españoles tuvieran que pasar por tercera vez por las urnas. En la misma línea se expresó, si cabe con mayor rotundidad, el navarro Roberto Jiménez: "Antes que votar a Rajoy, yo prefiero unas terceras elecciones".
Algunos de los presentes aguardaban el turno del andaluz Antonio Pradas para escuchar una intervención que rompiera el entusiasmo en favor de otros comicios e invocara un debate ante el máximo órgano entre congresos del PSOE después del próximo viernes para que la plana mayor del partido fije una nueva hoja de ruta ante el nuevo contexto político. Sin embargo, la del hombre de Susana Díaz en Madrid fue de las reflexiones más devotas con el inamovible "NO" que se escucharon en el cónclave. Será por aquello de que su jefa de filas lleva un mes de retiro y en silencio. Circunspección que responde, igual que cada movimiento de Sánchez, a sus cálculos orgánicos ante el congreso federal y que podrían volvérsele en contra.
Todo dependerá de si tanto ella como el resto de críticos con Sánchez han asumido ya que aquello de "primero España, y luego el PSOE" fue un error y que el Congreso Federal que se pospuso sine die en diciembre debía haberse celebrado ya porque hasta que no se arregle el lío interno del PSOE, España no saldrá del bloqueo.