Pedro Sánchez dimite tras el asedio del sector crítico en el Comité Federal
Y el 1 de octubre de 2016 a las 20.15 horas Pedro Sánchez dijo: “Para mí ha sido un orgullo, y presento mi dimisión. Ha sido un honor”. [Así te lo hemos contado en directo]
Sánchez ha renunciado a su puesto de secretario general tras una jornada negra para el PSOE, a ratos delirante, de enfrentamiento entre compañeros. El Comité Federal de este sábado ha sido el campo de batalla entre los 'sanchistas' y los críticos -encabezados por la presidenta andaluza, Susana Díaz-.
Y sólo podía quedar uno. Tras once horas de enfrentamiento a puerta cerrada llegaba el momento de vida o muerte: la votación sobre la celebración del congreso extraordinario de noviembre propuesto por Pedro Sánchez (con primarias previas el 23 de octubre).
El resultado: 132 votos en contra y 107 votos a favor. A este momento se llegaba después de horas de negociaciones absurdas llenas de tensión sobre el orden del día y el tema a tratar. Esto ha provocado el enfrentamiento entre ambos bandos, que se han llegado a gritar "sinvergüenzas" y "cobardes". A muchos socialistas les costará recordar este día, pues en las puertas se concentraban varias decenas de militantes, que han gritado contra los críticos -como Eduardo Madina y José Blanco- adjetivos como "golpistas" y "traidores". Todo ello acompañado con frases como "Pedro, resiste" o "No es no".
La guerra empezó desde primera hora con el kafkiano debate sobre la constitución de la Mesa del Comité Federal. Cuatro horas horas más tardes, sobre las 13 horas, arrancaba la reunión. Durante la misma se han vivido momentos como el ofrecimiento de Sánchez a los críticos de readmitir a los miembros de la Ejecutiva que dimitieron este miércoles y la convocatoria de un Comité Federal el próximo sábado. Desde el sector rival se rechazaba esta propuesta. Había momentos difíciles, cara a cara entre compañeros, Díaz contra Sánchez.
La temperatura subía, entre receso y receso, No se ponían de acuerdo ni en quién podía votar. Los presentes protagonizaban situaciones como unos compañeros tapando micrófonos a otros y bajándose el volumen del audio para que no se escuchara en la sala. Díaz presentaba el plan de votar directamente el informe de los miembros críticos de la Comisión de Garantías que daba por disuelta Ejecutiva o ir a una convocatoria directa de la Comisión de Garantías -en la que tenía mayoría-.
Al final se llegaba a una delirante votación impuesta por la Ejecutiva federal "en funciones" sobre el congreso extraordinario planteado de Sánchez. Los 'sanchistas' ponían una urna tras un cartel y pedían voto secreto. Esto ha provocado la ira de los críticos, llegaban las malas palabras, los presentes de pie discutiendo. Han empezado a votar los partidarios del entonces secretario general, pero los críticos no participan y se enzarzaban a gritos. Entonces, ha llegado otro conato de rebelión: los críticos han reunido firmas para presentarle una moción de censura. Una vez las tenían, la Mesa del Comité -con mayoría favorable a Sánchez- se ha atrincherado: Rodolfo Ares y Nuria Marín (proclives a Ferraz) contra Verónica Pérez, secretaria general del PSOE de Sevilla. No se ha podido llevar a votación esa moción.
Al final, la gran guerra se ha librado retomando la votación sobre el congreso propuesto por Sánchez, pero nada de urnas. Se ha hecho por llamamiento, a mano alzada. El resultado llegaba sobre las 20 horas: 132 votos en contra y 107 a favor. Un duro golpe a Sánchez, que en ese momento ha decidido dirigirse a sus compañeros para anunciar su dimisión. "Espero todo el acierto del mundo. Y agradeceros en nombre de la Ejecutiva el trabajo que habéis realizado. Esta Ejecutiva servirá de manera leal. Es un orgullo ser militante del PSOE".
Sánchez abandonaba entonces el Comité Federal después de haber peleado hasta el último momento -para algunos ha sido temerario llegar hasta aquí-, con un partido profundamente dividido ("El PSOE está roto", ha asegurado José Antonio Pérez Tapias), con los militantes enfrentados a los barones y con seis derrotas electorales durante su ciclo al frente de la Secretaría General.
Decidía comparecer ante la prensa y dejaba un mensaje: piensa ser "leal" con la gestora que tiene que tomar ahora las riendas del PSOE. En la abarrotada sala de prensa, su equipo más íntimo (Marticha Ruiz, Verónica Fumanal y Juanma Serrano) lo escuchaban emocionados. "Ya dije ayer que no podía administrar una decisión que no compartía", ha comentado entre las razones para dejar el puesto después de este "intenso día" y un debate con "tanto acaloramiento".
Lo que tiene la vida: Sánchez ha dimitido en la sala Ramón Rubial de Ferraz, el mismo lugar que en julio de 2014 era proclamado secretario general del partido tras la primera histórica consulta entre todos los militantes.
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DE LA LUNA DE MIEL A LA DIMISIÓN
En dos años ha dado todo un giro de 180 de grados. En aquella época Sánchez iba de la mano de Susana Díaz en la contienda que ganó a Eduardo Madina y a Tapias. Este sábado la andaluza estaba contra él y ha decidido desplegar todo su poderío orgánico.
Aquella luna de miel apenas duró tres meses, hasta que Díaz dijo en una entrevista que no compartía la política de comunicación de Sánchez. Desde entonces, el PSOE empezó a fracturarse llegando a situaciones nunca vistas en el partido en la guerra entre ambos bandos. Y, además, el PSOE se fue desvaneciendo electoralmente -con los peores resultados históricos en las generales del 20 de diciembre y del 26 de junio-.
El socialismo ha vivido este sábado una de las mayores guerras de su historia. Muchos periodistas comentaban que nunca habían visto algo igual. Se entierra el 'sanchismo'. ¿Comenzará el 'susanismo'? Por ahora el PSOE cae en manos de una gestora, que liderará el presidente asturiano Javier Fernández.