"Esperamos que no se produzca ninguna ocupación ni ataques contra la planta", dice sobre el terreno Rafael Grossi, su director. El recinto sufrió un accidente en 1986.
"Hubo momentos en los cuales los niveles subieron debido al movimiento de equipamiento pesado que las fuerzas rusas trajeron aquí", dice de visita en la planta.
La alerta llega después de que trabajadores de la planta denunciasen que las tropas de Moscú levantaron polvo y tierra en el Bosque Rojo, localizado en la zona de exclusión.
Dos trabajadores de la instalación aseguran que los soldados han irrumpido sin trajes de protección en el Bosque Rojo, en la zona de exclusión tras el desastre nuclear, y lo califican de "suicidio".
El Ejército ruso ha irrumpido en Slavútych y ha retenido temporalmente a su alcalde, quien ha explicado a la población que Moscú dejará seguir a la localidad bajo su autoridad si no hay soldados ucranianos.
Ucrania sostiene que aún quedan no menos de 100.000 personas atrapadas y acusa a los rusos de capturar una columna humanitaria que se dirigía a la ciudad.
Las autoridades ucranianas alertan de que podría liberar sustancias radiactivas si no se logra enfriar el combustible nuclear gastado tras la interrupción, pero el OIEA asegura que no ve "impacto crítico en la seguridad".
Nuevos estudios reducen el temible impacto de la radiación en los humanos mientras las autoridades intentan redefinir el lugar como monumento y meca turística.