Turquía hizo hace meses una solicitud oficial para comprar varias decenas de aviones F-16 de EEUU, pero la aprobación de esta venta depende del Congreso estadounidense.
Sustituirá a los viejos F-16 que ha prometido suministrar a Ucrania para reforzar su capacidad aérea ante la invasión rusa, iniciada a finales de febrero de 2022.
Son una de las peticiones recurrentes del presidente ucraniano con vistas a expulsar a las fuerzas rusas de las zonas ocupadas en el este y el sur de Ucrania.
Les ha dado garantías de que agilizará las aprobaciones necesarias para asegurar la cesión, que necesita su visto bueno. Kiev dijo ayer que no llegarán ya en 2023.
La esperanza de Ucrania de que lleguen los modernos F16 para reforzar la contraofensiva de Kiev pronto parecen desvanecerse: no hay posibilidad de que se utilicen este otoño e invierno.
"Esto no sucede con frecuencia, pero el incidente de hoy demuestra la importancia de un despliegue rápido", dice Ámsterdam, después de que los aviones amenazantes se dieran la vuelta.