Turquía mercadea con el futuro de Suecia por unos cazas
Turquía hizo hace meses una solicitud oficial para comprar varias decenas de aviones F-16 de EEUU, pero la aprobación de esta venta depende del Congreso estadounidense.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado este martes que Ankara "cumplirá su promesa" de respaldar la candidatura de Suecia a la OTAN en caso de que Estados Unidos allane el camino para la entrega de aviones de combate F-16 al país euroasiático.
"Si ellos (Estados Unidos) cumplen su promesa, nuestro parlamento también cumplirá su propia promesa y dará pasos en este sentido (para apoyar la adhesión de Suecia a la Alianza)", ha manifestado, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Así, ha desvelado que el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, abordó recientemente el asunto con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, antes de resaltar que hay países, entre ellos Estados Unidos y Canadá, que "hacen a Suecia depender de los F-16".
"Estados Unidos tiene un Congreso (para aprobar medidas como la entrega de los F-16), pero Turquía también tiene un Parlamento", ha dicho el mandatario turco, que ha reiterado que la decisión sobre la entrada de Suecia en la OTAN la adoptará el Parlamento (turco)".
"Nuestra Asamblea sigue todos los acontecimientos en torno a este asunto, hasta el más mínimo detalle. Depende del Parlamento cuándo adoptará una decisión. Cuando el tema se incluya en la agenda del Parlamento, veremos qué decisión toma", ha zanjado.
La aprobación de la venta depende del Congreso
Turquía hizo hace meses una solicitud oficial para comprar varias decenas de aviones F-16 de Estados Unidos, pero la aprobación de esta venta depende del Congreso estadounidense, que pusieron como requisito no bloquear la admisión de países nórdicos a la OTAN y el fin de las incursiones en el norte de Siria.
Además, el Gobierno turco ha denunciado en numerosas ocasiones la presencia en Suecia de movimientos prokurdos a los que Turquía quiere poner freno, especialmente en lo que se refiere a cualquier posible respaldo al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que considera una organización terrorista. Durante este último año, el Gobierno turco también ha criticado la quema de ejemplares del Corán en varias manifestaciones.
Además del aval de Turquía, a Suecia le queda también por conseguir el de Hungría, si bien todo apunta a que ambos irán de la mano. En el caso de Hungría, los recelos a Suecia derivan de los supuestos "insultos" recibidos. "Dicen que Hungría no es una democracia, sino una dictadura", afirmó en julio el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, que considera que las autoridades suecas se inmiscuyen en cuestiones internas que no le competen.