El plan de alto el fuego en la franja palestina se convierte en un mortal juego de supervivencia entre las partes, cuando los muertos superan los 36.000 y se acumulan los ataques en camps de refugiados y la muerte por hambre de menores.
El primer ministro de Israel ha insistido en que "las condiciones no han cambiado" y que es "imposible contemplar" cualquier propuesta sin cumplir con ellas.
Su demanda llega el mismo día que los sondeos dan al primer ministro Netanyahu, por primera vez desde mayo del año pasado, la posición de favorito para gobernar.
El ministro de Transportes ataca al líder del PP por dejarse llevar primero en la crisis con Milei y Argentina y, ahora, por la generada por el reconocimiento de Palestina.
El primer ministro de Israel, que ya arrastra una importante impopularidad, se ha visto en una semana sepultado de malas noticias. En Gaza, todo sigue igual.
Entre los crímenes de los que responsabiliza al primer ministro de Israel y a su ministro de Defensa está el uso del hambre como “método de guerra” contra los civiles y el “asesinato intencionado”.
Publica un vídeo en sus redes sociales para apoyar a la representante israelí, Eden Golan, que ha sido fuertemente abucheada en sus primeras apariciones en el escenario sueco.
El primer ministro israelí se muestra poco receptivo ante un posible alto el fuego en la Franja. Por su parte, Hamás asegura que aún están interesados en llevarlo a cabo.
La prensa israelí sostiene que se espera para esta semana y también perseguiría al ministro de Defensa, Yoav Gallant, y al jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzl Halevi.
Tel Aviv no ha causado daños ni víctimas pero ha respondido. El mensaje lanzado: puedo atacar cuando quiera y donde quiera. Teherán dice que no ha pasado nada. Pero los golpes sin precedentes han cambiado el escenario y nadie se puede fiar.
Tel Aviv y Teherán no siempre se han odiado. Por un tiempo, fueron buenos socios. La Revolución Islámica lo cambió todo. Ahora, las acusaciones y ataques se cruzan sin que ninguno asuma quién empezó. Está por ver en qué queda su último choque.